El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, señaló que el campo mexicano será fuente de alimento y opción de desarrollo para las unidades rurales, a fin de disminuir la alta dependencia en importación de productos básicos que hacen vulnerable al país. “No podemos estar en manos de mercado externo para satisfacer los requerimientos de alimentos de nuestra población”, expuso el funcionario federal en el Fórum Agricultura, organizado por la Agencia EFE y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

Los objetivos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, apuntó, son claros: rescatar al campo de las condiciones de abandono en que se encuentra y alcanzar la seguridad alimentaria con soberanía. Frente a integrantes del CNA en el auditorio del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), dijo que existe consciencia del gran rezago en desarrollo económico y social, particularmente en la zona rural y en el sureste, que habrá de corregirse.

Detalló que en actividades primarias, de los 5.4 millones de unidades económicas rurales, el 18.7 por ciento se dedica a la agricultura empresarial con grados de competitividad y participación en mercados de exportación de hortalizas, frutas y ornamentales. Sin embargo, el 81.7 por ciento de las unidades rurales tienen características de agricultura familiar, sobre todo para la subsistencia o autoconsumo y un limitado acceso al mercado.

Detrás de ello, abundó ante especialistas del campo y el presidente del CNA, Bosco de la Vega, está el potencial productivo del campo que constituye el punto de partida para la transformación. Villalobos Arámbula indicó que elevar la producción en esas unidades permitirá evitar en lo posible la importación de alimentos básicos. De acuerdo a cifras de 2018, ese año se importó el 82.2 por ciento de maíz amarillo y el 4.7 por ciento de maíz blanco; asimismo el 82 por ciento de arroz y 17 por ciento de frijol; el 70 por ciento del trigo, el 39.3 por ciento de carne de cerdo y el 3.8 por ciento de lácteos. “Para todos resulta obvio que hay que concentrar el esfuerzo en estos proyectos y gradualmente disminuir la dependencia”, puntualizó. Tras finalizar los foros para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo en ese sector, dijo que hay coincidencia con la ciudadanía de que el crecimiento económico esté acompañado de bienestar para todos, con igualdad sobre los privilegios y con un gobierno capaz que sirva a la gente y erradique la corrupción.

En entrevista posterior a su participación en el Foro, mencionó que a través del programa crédito ganadero a la palabra se pretende recuperar el hato de Tabasco, sobre todo con mejora genética, así como el apoyo a cultivos frutales y maderables. Apuntó que en México, particularmente en el sureste, hay más de cinco millones de hectáreas que son arables y no están en uso, por lo cual hay que identificar los terrenos sin dañar a los ecosistemas ni sustituir los bosques o selvas con cultivos. El funcionario federal aseguró que en los primeros 100 días del gobierno federal, en la Sader los programas se han desarrollado de acuerdo con la ejecución planeada para los mismos. (20 Minutos)