Las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) hicieron pública su ruptura con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a quien acusan de agresión, orquestar una campaña de difamación y acosar a población indígena.
Las FLN son un grupo guerrillero nacido en 1969 y que 14 años después dio origen al EZLN. Entre los fundadores de ambas organizaciones clandestinas destaca el comandante Germán, identificado como Fernando Yáñez.
En una carta dirigida al exrector de la UNAM, Pablo González Casanova, integrante del buró político del EZLN, Germán denunció una “política de enfrentamiento” de los zapatistas hacia las comunidades indígenas de Chiapas en donde las FLN desarrollan distintas actividades sociales. Alude al subcomandante Marcos como quien está al frente de esta ofensiva.
Advierte que las Fuerzas no caerán en provocaciones, pero se defenderán de los ataques de los zapatistas.
“Tampoco estamos dispuestos a dejarnos intimidar por nadie ni dejaremos que las agresiones queden sin respuesta”, afirma en su misiva.
El fundador de ambas organizaciones acusó a los zapatistas de “amenazas serias, desplazamiento forzado e intimidación”; asegura que desde 2013, el subcomandante Marcos calumnia su trabajo; advierte violencia.
Las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), grupo guerrillero que dio origen al Ejército de Liberación Nacional (EZLN), y éste están divididos, en pugna. El comandante insurgente Germán, jefe de las FLN y uno de los seis fundadores del EZLN, hizo pública la ruptura de su organización y la que encabeza el subcomandante Marcos, su alumno en las artes guerrilleras.
En una carta dirigida al exrector de la UNAM, Pablo González Casanova, en su carácter de integrante del buró político del EZLN —el 21 de abril de 2018 fue nombrado comandante del Comité Clandestino Revolucionario Indígena—, Germán denunció una “política de enfrentamiento” del EZLN hacia las comunidades indígenas de Chiapas, donde las FLN desarrollan distintas actividades.
El comandante insurgente Germán, identificado en 1996 por las autoridades federales como Fernando Yáñez Muñoz, advirtió en su misiva que aunque las FLN no caerían en provocación, se defenderían ante cualquier ataque del EZLN. “Tampoco estamos dispuestos a dejarnos intimidar por nadie ni dejaremos que las agresiones queden sin respuesta”.
Las FLN surgieron el 6 de agosto de 1969, hace 50 años en Monterrey, Nuevo León. En el grupo además de Fernando Yáñez Muñoz, estaba su hermano, César Germán, un abogado conocido como el hermano Pedro, entonces líder del grupo guerrillero. En 1983, ya con Fernando Yáñez a la cabeza de las FLN y con el nombre de guerra de Germán, en honor a su hermano, fundó junto con otras cinco personas el EZLN.
Este hecho ocurrió el 17 de noviembre de 1983 en la montaña de Chuncerro, por la Laguna de Miramar. Ahí Germán, Elisa, Rodolfo y tres insurgentes indígenas, Javier, Jorge y Frank, fundaron el EZLN en un campamento que llamaban La Garrapata.
Según la carta de Germán a González Casanova, la “política de enfrentamiento” de los zapatistas se ha efectuado en comunidades indígenas donde las FLN realizan actividades junto con organizaciones no gubernamentales en temas como medicina, arquitectura, deportes y sin ánimo de cooptar a las comunidades, y que son las mismas donde en 1983 empezó a formarse el EZLN.
“Como organización, cumplimos ya 50 años realizando de forma ininterrumpida trabajos políticos, sociales, culturales y revolucionarios en muchas otras partes del territorio nacional y es la primera ocasión en que nos enfrentamos a problemas de esta naturaleza, por más que hayamos sorteado muchos otros”, escribió Yáñez Muñoz.
El comandante Germán expone en su carta entregada el pasado 11 de marzo a González Casanova que los “reprobables sucesos”, a los que se refiere no han sido los únicos. Y sin decir su nombre, alude al subcomandante Marcos, como quien está al frente de la ofensiva contra las comunidades donde hacen trabajo las FLN.
“Desde que reanudamos el andar por nuestro camino, que nunca abandonamos, a mediados del año 2013, hemos recibido de parte de quienes fueron en el pasado entrañables compañeros una andanada de calumnias y difamaciones, muchas de las cuales se contradicen entre sí. Se ha dicho que nos rendimos, que ya no existimos, que somos rajados, contrainsurgentes, que tenemos nexos con el narcotráfico, que tenemos acuerdos con el actual presidente (Andrés Manuel López Obrador), que repartimos cuernos de chivo y treinta mil pesos, que el aquí firmante padece demencia senil, que somos violentos y tenemos una lista de nombres, juzgados en ausencia y condenados a muerte; las calumnias se transformaron de afirmaciones que buscaron ningunearnos, a mentiras con el propósito de atemorizar a incautos. Todo eso es falso”.
El fundador de las FLN y del EZLN, capturado en 1995, después de que el gobierno del presidente Zedillo reveló la identidad de Marcos y otros líderes zapatistas, le dice a González Casanova en la carta que firma: “Para que entienda el origen de esta calumniosa campaña, anexamos una carta que envió, en el año de 2013 a través de una compañera nuestra, el entonces denominado subcomandante Marcos a miembros de nuestra dirección. Dicha carta está plagada de calumnias, mentiras y distorsiones intencionales sobre nuestro trabajo y nuestra organización”.
El subcomandante Marcos, que el 9 de febrero de 1995 fue identificado por el gobierno de Zedillo como el tamaulipeco Rafael Sebastián Guillén Vicente y que después anunció que se llamaría subcomandante Galeano, el 1 de 2006, en un acto en San Cristóbal de Las Casas, dijo esto sobre a quien atacó años después, según Yáñez Muñoz:
“Buenas noches, antes de empezar quiero invitar aquí a que suba con nosotros a una persona que ha sido muy importante en la historia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a él el EZLN le debe la semilla primera, yo en lo personal le debo algo más que la vida, el haberme mostrado el rumbo, el paso y el destino. Algunos de ustedes lo conocen como el arquitecto Fernando Yáñez, los zapatistas lo conocemos y reconocemos como el comandante Germán”.
El arquitecto Yáñez menciona en su carta que el Observatorio Mexicano de Derechos Humanos tiene en su poder una serie de denuncias sobre distintos hechos ocurridos a finales de 2018, a personas que se identifican como Selene, Sarahí y Raúl.
Le dice Germán a González Casanova, “podrá usted obtener la versión original de dichas denuncias. Por supuesto que condenamos estos actos y nos deslindamos de quienes usurpando el nombre de nuestra organización abjuran de sus principios”.
Por considerar que González Casanova es un personaje con influencia dentro de la dirigencia zapatista, el comandante Germán, quien ha emprendido una campaña para reivindicar a los integrantes originales de las FLN, sobre todo los que desaparecieron, murieron en hechos registrados en Monterrey, Nepantla, Estado de México y Ocosingo, Chiapas, en 1974, apela a sus buenos oficios para atemperar la situación.
Reveló Germán que una carta similar a la que da origen a esta nota informativa, fue enviada con anterioridad a Gilberto López y Rivas, para que como interlocutor del EZLN “intercediera y cesaran las agresiones y calumnias. Él puede informarle de esto, que no es un secreto”.
También mencionó el comandante Germán que en este nuevo proceso se reencontró con viejos compañeros, refiriéndose a exzapatistas. Aunque no dijo sus nombres, se infiere que podrían ser la mayor Ana María, el mayor Rolando y otros que decidieron abandonar las filas del EZLN. “Le comentamos a usted que, una vez reanudado nuestro andar, nos reencontramos con antiguas compañeras y compañeros cuyo esfuerzo participativo fue retribuido con malos tratos, injusticias, vejaciones, mentiras y olvido”.
Asegura que “No ha sido tampoco nuestra intención, en momento alguno, perturbar los esfuerzos del EZLN en el camino político que ha decidido avanzar; hemos hablado sobre ellos en la medida en que las circunstancias, guiadas por sus propias decisiones, nos han obligado a marcar nuestra distancia.
“Leemos con preocupación que, por primera vez en décadas, los voceros del EZLN afirmen: ‘estamos solos’. Pensamos que las causas de ello, más allá de un entorno político adverso, tienen que ver también con el olvido del compañerismo y la pérdida de los valores y principios en los que fueron formados sus actuales dirigentes”, en referencia directa a Marcos, que fue uno de sus mejores discípulos, a grado tal que le confiaron la conducción militar del EZLN.
En la parte final de la carta de Yáñez Muñoz a González Casanova escribió: “Es importante decirle que las FLN no caeremos en provocaciones, pero que tampoco estamos dispuestos a dejarnos intimidar por nadie ni dejaremos que las agresiones queden sin respuesta. Al contrario, en el caso de las comunidades de Chiapas, continuaremos con nuestros proyectos mencionados, que consisten en: tierra, techo y trabajo para todas y todos los mexicanos, que son nuestras demandas básicas desde hace 50 años. Además, le confirmo: no cejaremos en nuestra demanda de sacar, en forma pacífica, a las tropas del Ejército mexicano de los territorios indígenas ocupados desde 1995 y que todos hasta hoy pretenden no observar”.
Hasta el cierre de esta edición, el subcomandante Marcos o el subcomandante Moisés, el otro jefe militar del EZLN, no habían respondido a la comunicación de quien fue su superior.
Fuente: Excélsior