Donald Trump apremió este lunes a los altos mandos militares venezolanos a traicionar al presidente Nicolás Maduro, y afirmó que acabar con el régimen chavista pavimenta el cambio deseado por él en Cuba y el fin del socialismo fuera y dentro de su país; todo esto en un discurso que pronunció en Miami, capital antichavista y anticastrista, dedicado más que nada a captar el voto latino conservador en Florida para su relección.
A la vez, Trump está defendiendo su propio régimen ante múltiples investigaciones por corrupción, obstrucción de la justicia y colusión con un gobierno extranjero, entre otros posibles delitos, y en las pasadas 48 horas intensificó casi a nivel de histeria su rechazo y ataque a todos los que lo cuestionan, incluidos fiscales y los medios, además de que arremetió hasta contra un famoso actor que preguntó si ahora su vida está en riesgo.
Ante un público de venezolanos y cubanos antichavistas y anticastristas en la Universidad Internacional de Florida (FIU) en Miami, Trump llamó a los altos mandos venezolanos a amotinarse y no seguir las órdenes de Maduro, brindar su apoyo al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó y permitir el ingreso de la asistencia humanitaria que Washington ha enviado.
Acusó al presidente Maduro de bloquear la asistencia y preferir ver a su pueblo hambriento, que darle asistencia, y declaró que Maduro no es un patriota venezolano, sino un títere cubano.
Dijo que el círculo cercano a Maduro es de corruptos, y sabemos dónde tienen los miles de millones que se han robado; tras ello, invitó a oficiales militares a dejar de apoyar a su mandatorio, ya que “están arriesgando sus vidas y el futuro de Venezuela por un hombre controlado por el gobierno cubano.
Buscamos una transición pacífica de poder, pero todas las opciones están abiertas, advirtió Trump una vez más.
Indicó que la transición que promueve en Venezuela llevará al fin de los regímenes actuales en Cuba y Nicaragua.
Retomando su retórica nostálgica de la guerra fría, condenó al socialismo tanto el del extranjero como el de casa, algo que ya había estrenado como un mensaje central de campaña para la relección.
La hora del ocaso del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio, proclamó. Los días del socialismo y comunismo están contados, no sólo en Venezuela, sino en Nicaragua y Cuba también. Agregó: estamos aquí para proclamar que un nuevo día está llegando a América Latina. En Venezuela y por todo el hemisferio occidental, el socialismo se está muriendo y la libertad, la prosperidad y la democracia están renaciendo.
Y casi al final reiteró: “aquellos que intentan imponer el socialismo en Estados Unidos, de nuevo les enviamos un mensaje muy sencillo: América jamás será un país socialista”.
El discurso fue dirigido especialmente a los miles de latinoamericanos antizquierdistas que huyeron de sus países –sobre todo los venezolanos antichavistas y los cubanos anticastristas– que se han concentrado en el sur de Florida. El sector conservador cubanoestadunidense ha mantenido un enorme nivel de poder político y económico durante más de medio siglo. Sus políticos, como el senador Marco Rubio, la familia Díaz Balart, la recién jubilada Ileana Ros-Lehtinen y sus patrocinadores han ejercido una influencia masiva sobre la política estadunidense hacia América Latina, y sobre todo hacia Cuba.
Más recientemente se han sumado sus contrapartes venezolanas, unos 100 mil en total, incluidos 36 mil que son ciudadanos naturalizados con derecho al voto.
La apuesta de Washington ahora es presionar a los altos mandos militares a voltearse contra Maduro, con una combinación de invitaciones y amenazas.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton (quien junto con el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo; el senador Rubio, y el director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional, el cubanoestadunidense Mauricio Claver Carone, son los arquitectos de esta operación de cambio de régimen), comentó el viernes que altos oficiales miltares venezolanos están negociando con la oposición y no estaría sorprendido si en las próximas semanas altos oficiales castrenses se proclaman por Guaidó o se van del país, reportó la cadena de noticias CNN.
Aunque durante las semanas recientes Trump y su equipo han asegurado que todas las opciones están sobre la mesa, incluida la militar, este lunes Bolton, poco antes del discurso, afirmó que no habrá ningún esfuerzo para emplear la fuerza militar con la finalidad de entregar la asistencia humanitaria.
Fuente: La Jornada