Después del asesinato del activista opositor al Proyecto Integral Morelos (PIM) Samir Flores Soberanes, los pobladores de Amilcingo, municipio de Temoac, decidieron cerrar los accesos a su comunidad, por temor a más agresiones contra sus habitantes.
En tanto los compañeros de lucha de Flores Soberanes repudiaron el homicidio en el plantón que sostienen desde hace dos años seis meses, en las inmediaciones del Río Cuautla, en San Pedro Apatlaco, municipio de Ayala, lugar en el que protestan para impedir que los despojen del agua.
Jaime Domínguez, del Frente en Defensa del Agua, la Tierra y el Aire y Jorge Zapata, nieto del general Emiliano Zapata, declaró que este asesinato está relacionado con el activismo social y se cometió por su movimiento contra la termoeléctrica de Huexca y el gasoducto, por lo que responsabilizaron a los tres niveles de gobierno.
El grupo civil se opone al PIM, conformado por un gasoducto, acueducto y dos termoeléctricas; una de las cuales pretende ser echada a andar mediante una encuesta, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que ellos califican como “amañada”, el próximo 23 y 24 de febrero.
La familia expectante
Después de siete horas de haber sido asesinado afuera de su casa, el cuerpo del activista Samir Flores Soberanes permanece en la Fiscalía General del Estado, en Cuautla, en donde se le practica la autopsia.
Afuera de la fiscalía de la región oriente esperan su viuda, sus padres; también se encuentran a la expectativa vecinos de Amilcingo e integrantes del Frente en Defensa del Agua, la Tierra y el Aire, grupo al que el líder social pertenecía.
A Samir Flores Soberanes, de 36 años, le sobreviven su viuda Liliana Velazquez, sus cuatro hijos de entre 15 y tres años de edad.
Fuente: Excélsior