México se prepara para vivir un romántico Día de los Enamorados en el que cada vez los regalos son más variados y transgresores, desde rosas y peluches a lubricantes y juguetes sexuales para compartir en pareja.
Días antes de la fecha, ya sean jóvenes o adultos mayores, la gente acude a distintos establecimientos de la capital en busca de algo especial que insufle un poco de vida a su amor, les ayude a conquistar a alguien que les gusta desde hace tiempo o incluso les aplaque esa sensación de culpa por haber puesto los cuernos.
El rojo y el rosa son los colores que más se ven estos días dentro de las tiendas.
En el “sex-shop” Erotika, en pleno centro de la capital, el rosa se mezcla con paredes negras y la dependienta Rocío Noreña cuenta a Efe que durante estas fechas las ventas se incrementan.
“Buscan productos especiales para ellos o que puedan experimentar para esa ocasión. Por ejemplo, también están los aceites y lubricantes”, cuenta la joven.
Hay incontables modelos de dildos inalámbricos desde 799 pesos hasta 4 mil pesos para algunos modelos que se manejan por bluetooth.
Gais, lesbianas y personas transgénero acuden también estos días para hacer un obsequio a sus seres queridos, pero Noreña reconoce que, aunque viene todo tipo de gente, la mayoría de los compradores son heterosexuales.
No todo el mundo que visita estos “sex-shops” en esta ocasión es un experimentado o un comprador habitual; a veces “hay gente que sí viene con la mente muy cerrada” y, sin embargo, acaba saliendo con un juguete sexual en una elegante bolsa.
“Ya aquí (al entrar en la tienda) como que ven que soy mujer y se abren un poco más”, agrega la vendedora, que desde hace dos años asesora en estas fechas a personas que quieren probar cosas nuevas e “ir subiendo la intensidad de su relación”.
Además de dildos y lubricantes, también hay lencería y disfraces para las mujeres que quieren cumplir alguna fantasía.
“Los disfraces son lo que más se llevan (…); encuentras de mucama, azafata, colegiala, secretaria”, refiere.
Junto a los disfraces hay una amplia selección de ropa hecha de cuero y cadenas y algunos utensilios para golpear y practicar el sadomasoquismo, otro éxito en estas fechas, según asegura la empleada de Erotika.
También en el centro de la ciudad se pueden encontrar regalos más convencionales si se pasea por el Zócalo capitalino, donde algunas joyerías ahora tienen corazones rojos y gigantes que cuelgan del techo y acompañan a las joyas, que para la ocasión en algunos comercios han bajado sus precios hasta un 30 %.
Las tiendas de adornos y pequeños detalles también se ven más concurridas y en su interior predominan los globos con motivos amorosos, con los colores rojo y rosa de nuevo presentes.
Karina López, vendedora en la tienda “Frida Fiestas”, cuenta a Efe que “ahora que es temporada de San Valentín se está vendiendo mucho el globo, los móviles, adornos, bolsas de regalo”.
A esta tienda suele venir gente “de todo tipo”, no solo enamorados sino también personas mayores que, lejos de querer regalar a alguien, compran adornos para revenderlos en la calle, un método de subsistencia que contrasta en un día en que se presume solo caben el amor y sexo.
“Entre más grande es la culpa o el remordimiento que tienen se llevan más cosas”, comenta en una broma por la que se filtra la realidad.
Lejos de este tipo de tiendas, algunos comercios “on-line” anuncian en sus cuentas de Facebook algunos productos para regalar que también se salen de la norma, como dispositivos electrónicos para fumar marihuana.
Además de lo material, también los hoteles se ven más frecuentados en estas fechas, habiendo algunos que ofertan habitaciones temáticas con una atmósfera determinada para cumplir algunas fantasías este 14 de febrero.
Se regale lo que se regale, en un San Valentín más, lo que cuenta es el detalle, cada vez más abierto a la experimentación y a salirse de las convenciones.
Fuente: Staff