Desde la zona de La Chontalpa, en Tabasco – donde inició su carrera en el servicio público hace 40 años – el presidente Andrés Manuel López Obrador retornó para ofrecer programas sociales y apoyos económicos a sus paisanos.
Arropado por miles de simpatizantes, el presidente adelantó que tan solo en esa zona de la planicie cercana a la costa del Golfo de México, se crearán 20 mil empleos a través del programa Sembrando Vida.
Ese programa contempla la siembra de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas en todo el país. El gobierno federal entregará los insumos y los recursos para que los productores paguen a los jornaleros.
”Aquí, en el caso de nuestro estado, Tabasco, se van a sembrar 150 mil hectáreas de esa manera. ¿Cuántos trabajos de van a dar permanente? Sesenta mil empleos en el campo de Tabasco, 20 mil empleos en la Chontalpa, 20 mil empleos en la sierra y 20 mil empleos en los ríos”, afirmó.
Con el apoyo por parte del gobierno federal se pagará 5 mil pesos por jornalero, además se tendrán acceso a programas de reproducción de reses, de producción de maderas preciosas, y sobre todo la plantación de cacao.
”Para que, de esta manera, en seis años tengamos el doble de la plantación de cacao qué hay en el Estado. Es una vergüenza que siendo el cacao originario de Tabasco ahora están importando cacao para hacer chocolate», indicó López Obrador.
El presidente recordó que hace más de 40 años inició su carrera política en esta zona, cuando fue delegado del Instituto Nacional Indigenista. Eso le permitió conocer la pobreza en que vive los campesinos e indígenas y la degradación ambiental que se vivió en la zona.
Ya ven que no fue en vano toda la lucha el sufrimiento de muchos que desee aquel entonces decidimos lograr un cambio verdadero, una transformación. Ya algunos se nos adelantaron, pero allá, donde están contentos, se están riendo», comentó.
En la presentación del programa Sembrando Vida en Tabasco estuvo acompañado de los secretarios de Bienestar, Luisa María Albores; y de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval.
Fuente: Milenio