La comunidad de Cuautlapan, ubicada en la parte baja de este municipio, es la principal productora de chayote. Ahí se cultiva durante todo el año alrededor de 150 hectáreas de este fruto espinoso que se comercializa, en su mayoría, en el mercado nacional y un porcentaje menor se exporta a Estados Unidos. En menor escala, en la zona de Rincón Grande, en Orizaba, se cultiva esta hortaliza que por sus características es más resistente, carnosa, de alta calidad y con más vidas de anaquel, por lo que se considera que es de lo mejor que se cultiva en el país.
El nombre científico del chayote es Sechium Edule, pertenece a la familia de las cucurbitáceas y aporta al organismo folato, tiamina, riboflavina y piridoxina, así como minerales como sodio y potasio, que ayudan a mantener el nivel de la presión sanguínea y de azúcar en la sangre.
De acuerdo con el sitio web: www.veracruz.gob.mx/agropecuario/estadisticas-agricolas, junto con las regiones de Coscomatepec y Actopan, donde también se cultiva el producto, posicionaron al estado de Veracruz durante 2017 en el primer lugar a nivel nacional en producción del chayote con dos mil 396 hectáreas sembradas. En esas regiones hay alrededor de dos mil productores que cultivan más de dos mil 500 hectáreas de las que obtienen poco más de 187 mil toneladas de este fruto al año.
Reconoció que lograrlo es un trámite difícil, pues no hay la oportunidad o facilidad de la gente que trabaja en las instituciones, Sanidad Vegetal en este caso, para apoyar a los productores. Falta mucha intervención del gobierno federal para apoyar a los productores, para que se les oriente sobre cuáles son los requisitos para poder exportar.
Una familia ya lo logró y desde hace cuatro años exportar su producto, otros hicieron convenios con empresas como Walmart para venderles.
En la misma región, explicó, hay variación en el producto. El mejor se tiene en Rincón Grande. Es un chayote que no tan fácil se deteriora. Es un fruto que tiene más vidas de anaquel, de conservación y es más carnoso. Al no tener tanta agua el producto es más resistente. El que tiene mayor cantidad de agua se descompone más rápido. En ese lugar, que es una colonia de Orizaba, hay pocas hectáreas de cultivo, sin embargo, consideró que en ellas se da el mejor chayote del país.
El de Actopan durante la temporada de lluvias se seca por tanta humedad y el de Coscomatepec sufre afectaciones durante la temporada de frío. A pesar de todo, los productores ya tienen buena superficie de cultivo de chayote.
En Ixtaczoquitlán hay alrededor de 150 hectáreas y es de donde sale la mayor parte de la producción que se distribuye en todo el país. Veracruz ocupa el segundo o tercer lugar en producción a nivel nacional, pero en cuanto a calidad es mucho mejor que los otros estados productores. “Por eso es importante mantener los cultivos, para tener seguro ese mercado nacional y abrir nuevos a otros países del mundo, lo que generaría que mejorara el precio del producto”.
La zona fuerte de comercialización es Cuautlapan. En el ejido disponen de alrededor de tres hectáreas para ese fin. Les falta infraestructura, pero se dan a la tarea con el nuevo Gobierno del Estado de buscar los mecanismos que les apoyen en ese sentido para que durante el tiempo de lluvia los productores, tanto de la zona como de Coscomatepec, que llegan a vender su producto, no resientan las inclemencias del tiempo.
Este año metieron un anteproyecto para infraestructura para que los martes y jueves puedan vender su producto en un espacio digno. Hay comercializadoras que vienen de Puebla y Guadalajara por producto a Cuautlapan. Una pequeña parte se queda aquí, se comercializa en la Central de Abasto de Cerritos y en el mercado Zapata.
El también productor explicó que para atender una hectárea de cultivo de chayote se requiere de cinco a seis familias. Es una fuente de empleo importante para la región.
Se requiere de esa cantidad de mano de obra desde el momento de la preparación del terreno, pues aunque algunos usan tractor y otros, yunta, algunos más aflojan la tierra a pico y pala para echar la semilla.
A diferencia de hace algunos años, hoy la gente hace sus semilleros y emplea técnicas para ganarle al tiempo; por ejemplo, para hacer el tirado de la planta ya tienen preparadas sus bolsas para depositar la semilla; conforme se va desarrollando la guía le ponen patrones para trasportarla a sus predios, donde ya el cultivo del año anterior va para abajo; así ganan tiempo.
Hacen el trasplante y el hoyado, para hacer el postaje ahora se utilizan postes vivos y a utilizar el bambú como puntales; se dieron cuenta que reducen costos en la inversión. En algunos chayotales hay piocha, que es de rápido crecimiento y aguanta las toneladas que soporta la parrilla; “eso es muy bueno porque aparte de todo conserva el medio ambiente”.
El cultivo del chayote siempre necesita atención, necesita manejo, por eso genera tantos empleos, por eso se necesitan cuatro o cinco familias para dar mantenimiento al cultivo, desde la fertilización, riego, si se utiliza; control de plagas y enfermedades, además del deshojado.
El proceso de cultivo de chayote, desde que se siembra la semilla hasta que se recoge el producto, se lleva todo un año, pero empieza a arrojar sus primeros frutos a los tres o cuatro meses.
Se recomienda que al año se renueve, algunos podan lo que queda, porque surgen nuevos brotes de la planta, y siguen el cultivo en el mismo lugar hasta por dos años.
Otro producto derivado del chayote es el chayotezcle, que es la raíz que también se aprovecha; ésta sale cuando la planta ya tiene dos años, es un producto que se cotiza caro en el mercado.
Las condiciones meteorológicas adversas para el cultivo, como frío, suradas o mucha lluvia ocasionan que el producto escasee y por tanto aumente su precio. El precio del producto lo fija la demanda. El chayote es una hortaliza que requiere de ciertas temperaturas.
De una superficie de una hectárea se sacan cien cajas por corte, por ejemplo; durante la época de frío la cantidad disminuye y en lugar de 100 sacan 50 o menos. Al no haber producto lo compran a mayor precio.
Las suradas también provocan afectaciones. Ha habido épocas en las que los productores sacan sólo cuatro cajas de una hectárea y llega a venderse hasta a 400 pesos la caja, cada una es de 18 kilogramos.
Como todo cultivo, el del chayote no está exento de las plagas. La más fuerte es la araña roja que se presenta cuando hay cambio de temperaturas y cuanto éstas son elevadas.
Es una de las que más afectan a los cultivos, pues en dos o cuatro días que se presente y no se controle acaba con el cultivo de una hectárea. Haz de cuenta que le echan agua caliente a la planta.
Otra plaga es la mosquita blanca, que afecta a las hojas y disminuye la producción. La chicharrita también le afecta, pero en menor escala.
Pese a ser uno de los cultivos más importantes del estado, no hay programas de apoyo para el mismo. Ese es uno de los principales problemas que afrontan los productores, principalmente para recuperar la inversión que pierden cuando se echa a perder la cosecha a causa de las suradas o por las heladas. Y es que por cada hectárea invierten entre 80 mil y 120 mil pesos. Es mucho el recurso y en muchas ocasiones no se logra recuperar por los bajos precios del producto.
Si las heladas afectan a productores de lugares como Morelia, en Michoacán; o de Guadalajara, en Jalisco, el producto de la región tiene mayor repunte, como ocurrió este año.
Por ello señala que los gobiernos, desde el local hasta el federal, deben tener esto en cuenta y establecer programas para apoyar a los productores, que son generadores de numerosas fuentes de empleo. “Debemos organizarnos y hacer planteamientos para beneficio de la gente del campo”.
Señaló que a pesar de que el gobierno destina recursos para ese sector, éstos no llegan a los productores, se quedan arriba, por lo que reducir el presupuesto no le afectaría más de lo que ya lo dañó porque de todas maneras el dinero no llegaba a sus manos.
Lo importante es que los beneficios que haya lleguen verdaderamente al productor, sin intermediarios, que son quienes se quedan con gran parte del recurso.
Pese a que las autoridades dicen que habrá financiamiento para el campo, los productores tienen miedo al mismo, pero es por desconocer su mecanismo. Refirió que una de las cuestiones que les inquieta es que el financiamiento no es fácil de obtener porque le ponen muchos candados.
Uno de ellos es el avalúo por el que el productor tiene que pagar hasta 10 mil pesos para que una persona vaya a ver lo que va a dejar en garantía. “¿Cómo va a obtener el financiamiento si no tiene el dinero para pagar el avalúo?”, debe haber flexibilidad”, aseveró.
Esto ocurre no sólo con el cultivo de chayote, sino del café, que es otro de los principales cultivos de la región. (MAYRA FIGUEIRAS. DIARIO DE XALAPA)