Leo Zuckermann analizó las consecuencias de que Fitch ahaya bajado la calificación de deuda de Pemex.
Era una decisión que ya se veía venir desde tiempo atrás y podría ser peor de no contar con el respaldo del Gobierno Federal, pues de los contrario quedaría en nivel de Bono Basura, y eso hace evidente que se necesita un Pemex-proa, un rescate de la paraestatal que hoy en día no es otra cosa más que una bomba a punto de explotar.
2 comentarios
Como con Cardenas el pueblo tiene que apoyar y pedir cuentas a los anteriores
El problema no son solo «los anteriores». El más grave problema es el del exceso de personal con ese sindicato. Ninguna petrolera del mundo tiene tanta gente con respecto a los barriles de petróleo que produce.
Imposible que pueda subsistir una empresa con tanta ineficiencia. A eso hay que agregarle los moches y los huachicoleros.
Eso no pasa en las empresas privadas.
La verdadera solución es vender a PEMEX, como se hizo con TELMEX. No importa que tengamos otro SLIM, al fin ellos generan la riqueza que el gobierno destruye. No importa el partido, ni si es de izquierda o de derecha o neoliberal o socialista. Una empresa en manos del gobierno mexicano nunca ha sido rentable y lo malo es que el costo lo pagamos todos nosotros con nuestros impuestos.