El reto en la lucha emprendida por el presidente Andrés Manuel López Obrador contra el robo de combustible es que las mil 700 carpetas de investigación iniciadas se conviertan en procesos y sentencias, señaló el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), Alejandro Gertz Manero.
Al ser entrevistado luego de presentarse ante la Comisión de Justicia del Senado, en el proceso para elegir al nuevo fiscal general de la República, dijo que en la lucha contra el llamado “huachicoleo”, «apenas estamos empezando” y rechazó ofrecer detalles sobre cuántos políticos, empresarios o servidores públicos, ya sean de Petróleos Mexicanos (Pemex) u otras dependencias, se están investigando.
No obstante, aseguró que “son personas que manejaban los sistemas de ductos y en su momento lo informaremos”.
Antes, al presentarse en la Comisión de Justicia, dijo que de 1984 a la fecha, en la PGR hay un rezago histórico de 205 mil averiguaciones previas en trámite y reserva, que siguen vivas y son una muestra de impunidad y corrupción.
Esto se traduce también en 22 mil mandamientos judiciales y órdenes de aprehensión pendientes, que afectan a ciudadanos en lo particular y al Estado en su conjunto; mientras que en el nuevo sistema acusatorio, hay 101 mil carpetas en trámite.
Esto significa que la PGR tiene unos niveles de ineficiencia e improductividad que no se pueden tolerar y por eso la nueva Fiscalía debe arrancar con un plan de persecución penal que abata estos niveles de rezago.
Recordó que al menos 60 por ciento de los delitos que se persiguen son robos a tarjetas de crédito y fluido eléctrico, por lo que hay que reorganizar a la Fiscalía con la unidad especializada con la que ya cuenta, para liberar recursos en el combate a otros delitos.
Se comprometió a que, de resultar electo fiscal, combatirá la corrupción, el feminicidio, la trata de personas, el uso de armas prohibidas y la pornografía infantil, entre otros, además de reconocer a los funcionarios que sí trabajan correctamente.
Gertz Manero consideró que también hace falta capacitar constantemente al personal y actuar con toda transparencia para superar la ineficiencia y el fracaso que ha significado el modelo hasta hoy aplicado.
Fuente: Excélsior