La voz de los estados
El problema de abasto de combustible es un galimatías.
Por una parte, damos cuenta de la gravedad que ocasiona en más de 9 entidades, no solamente para el automovilista, sino para los servicios de emergencia, camionetas repartidoras de distintos productos.
Si bien es cierto que los tráileres y camiones utilizan diésel, quienes surten a las tiendas de conveniencia, restaurantes y otros establecimientos, lo hacen en unidades a gasolina, por lo que el desabasto tiene efectos colaterales mayores, no solo para los automotores.
Por otra parte, queda claro que el plan del gobierno federal para combatir al crimen organizado en el robo a combustibles no tiene precedente en administraciones anteriores. Van con todo, afuera y al interior de Pemex. Siempre estuvo claro que los de fuera no podían actuar solos, pero nadie había hecho algo.
Si los ciudadanos hemos de padecer el operativo, esperamos también resultados; detenciones, capturas y el desmantelamiento de las organizaciones criminales.
