«Cambió el significado de la música en las películas con su sentido del ritmo y su pasión absoluta por la vida», indicó su representante, City Lights Entertainment UK, en la página Facebook del artista, cuya muerte tuvo lugar de madrugada.
Cantante, pianista y virtuoso del jazz, su profesión parecía trazada desde la infancia, con un padre compositor y un tío director de orquesta. A los diez años entró en el Conservatorio de París para estudiar piano y composición, y desde entonces no abandonó la música.
«Descubrí un mundo que me pertenecía y a gente que hablaba mi idioma», decía Legrand, que comenzó a componer bandas sonoras en los años sesenta con la emergencia de la ‘Nouvelle Vague’, de la mano de grandes nombres como Agnès Varda o Jean-Luc Godard.
Bande à part (Banda aparte), de Godard, y Les Parapluis de Cherbourg (Los paraguas de Cherburgo) y Les Demoiselles de Rochefort (Las señoritas de Rochefort), ambas de Jacques Demy, con quien también colaboró en Peau d’âne (Piel de asno), fueron algunas de sus participaciones principales en esa corriente.
Legrand nació en París el 24 de febrero de 1932, y en sus cinco décadas de trayectoria profesional se incluyen también destacadas figuras de la cinematografía internacional, con las que obtuvo tres premios Oscar.
La canción «The windmills of your mind», que formó parte de la banda sonora de The Thomas Crown Affair (El secreto de Thomas Crown), de Norman Jewison, le valió su primera estatuilla, en 1969, y su único Globo de Oro.
Le siguieron otras dos por la banda sonora de Summer of 42 (Verano del 42), de Robert Mulligan (1971), y por Yentl (1984), de Barbra Streisand.
«Un Oscar no te hace mejor o peor compositor. Tus fortalezas y debilidades no cambian», subrayaba Legrand, nominado además 27 veces a los premios Grammy, de los que consiguió cinco.
El compositor llegó a decir que estaba orgulloso de que la mayoría de sus canciones se hubieran convertido en temas estándar y no en meros éxitos comerciales, porque estos últimos desaparecen al cabo de seis meses, en su opinión, y los primeros perduran «durante décadas».
El éxito de «The windmills of your mind» hizo que dividiera su tiempo entre la capital francesa y Hollywood, donde también compuso para Clint Eastwood(Breezy, 1973), o Robert Altman (Prêt-à-porter, 1994).
El diario Le Monde destacó este sábado que, tras la muerte de Maurice Jarre en 2009, Legrand era el compositor francés de bandas sonoras más célebre del mundo todavía en activo.
En su agenda tenía marcado un concierto en Saint Cloud, en la región parisina, el próximo 21 de febrero, y otras actuaciones en abril en París, en junio en Canadá y Praga, en julio de nuevo en Francia y en octubre en Bruselas.
Padre de tres hijos, se había casado en 2014 en terceras nupcias con la actriz Macha Méril, a la que conoció en 1964 en un festival de cine.
Legrand colaboró en su carrera con las mayores estrellas internacionales del jazz, como Miles Davis, John Coltrane o Bill Evans, y su influencia se ha dejado ver en musicales recientes: Damien Chazelle, director de La La Land, no esconde que su oscarizada película fue en parte un homenaje a su música.
«La melodía es una amante a la que siempre seré fiel», había asegurado el artista, que según su página web oficial se sentía cómodo con todos los géneros, y siempre rechazó establecer una jerarquía entre estos.