Trabajadores del sector educativo venezolano informaron que el próximo jueves realizarán una «paralización total nacional» de sus actividades en reclamo de mejoras salariales que les permitan hacer frente a la hiperinflación que atraviesa el país.
”Estaremos realizando una paralización total nacional de actividades pedagógicas en defensa de nuestras convenciones colectivas, en defensa de nuestros derechos», dijo este martes a periodistas la coordinadora de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), Raquel Figueroa.
Los docentes venezolanos aseguran que tras las medidas dictadas por el presidente Nicolás Maduro, que incluyeron un sustancial aumento del salario mínimo y controles de precios en un escenario de hiperinflación, los contratos colectivos fueron violados y las tablas salariales «destruidas», pues hubo una unificación de facto de los sueldos.
Lo educadores aprovecharon la ocasión de la conmemoración del día del maestro en Venezuela para ofrecer una clase magistral en las calles de una concurrida zona del centro de Caracas, y denunciar la «caótica» situación que vive el gremio.
Figueroa insistió en que el más reciente incremento salarial, que llevó el ingreso mínimo a 18 mil bolívares o 18.96 dólares según la tasa oficial de cambio, el sueldo de los educadores quedó pulverizado, lo que calificó como «una desprofesionalización de la carrera docente».
”No es posible que los profesionales de la educación tengan que renunciar a su cargo porque el salario pulverizado no les alcanza para asistir a sus actividades», detalló.
Según Figueroa, los maestros han abandonado sus cargos buscado nuevos oficios más rentables porque «los educadores estamos pasando hambre, estamos pasando miseria».
Igualmente, detalló que muchos más han migrado a países de la región, donde buscan mejores condiciones de vida.
El Acnur y la Organización Internacional de las Migraciones(OIM) informaron en 2018 de que los países de América Latina y el Caribe acogen a 2.4 millones de refugiados y migrantes venezolanos, mientras que otros 600 mil se reparten en otras regiones.
Además, los maestros se quejaron de que en las escuelas no está funcionando el programa de alimentación para los alumnos, que, afirman, se desmayan porque tampoco se están alimentado de forma correcta.
Ya en octubre pasado la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) había alertado que el estatal Programa de Alimentación Escolar (PAE) falla en 90 % de las escuelas de todo el país y consideró la situación como «crítica».
También se destacó entonces que los centros educativos no cuentan con recursos para atender a niños y adolescentes mientras «la desnutrición va galopando» debido a la severa crisis económica y social que golpea al país petrolero.
Desde junio pasado se registran en Venezuela protestas de los distintos gremios dependientes del Estado por la pérdida del poder adquisitivo.
En noviembre, el gremio de maestros exigió la renuncia del representante de esta cartera, el chavista Aristóbulo Istúriz, pero hasta la fecha esta, así como otras demandas, no han sido satisfechas.
Fuente: Excélsior