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Led Zeppelin a 50 años: El primer vuelo del salvaje dirigible del rock

Publicado por
Héctor García

La primera vez que se escuchó que nacería un grupo llamado Lead Zeppelin fue en 1966, cuando surgió la idea de hacer una banda que tuviera la mitad de integrantes de The Who y la mitad de The Yardbirds. Era una noche de mayo, cuando Simon Napier-­Bell, el manager de Yardbirds que organizaba las sesiones en el estudio IBC de Londres, se impresionó del susto al ver entrar a Keith Moon, un tipo con pinta extrovertida quien hacía sonar la batería de The Who.

La idea era que fuera en compañía de John Entwistle, el bajista de The Who, pero éste no llegó así que Keith aprovechó para desahogar las frustraciones respecto de su banda, especialmente de la tiranía de Pete Townshend. Dijo que el grupo ya le daba igual. Pero no lo decía al aire, se dirigía a Jeff Beck, quien había dejado los Yardbirds, y que estaba ahí para la sesión de grabación de una canción. Keith dijo que The Who fracasaría “como un zepelín de plomo (lead zeppelin, en inglés)”.

Cuando dijo ese chiste también estaban presentes otros músicos invitados: Nicky Hopkins, el pianista habitual en las sesiones de The Rolling Stones, el gui­tarrista Jimmy Page, y el bajista y arreglista John Paul Jones (compañero de Page en los tiempos de músico de sesión). Todo eso parecía una mera anécdota, pero fue una semilla.

Aquella noche la canción que grabaron fue una obra maestra llamada “Beck’s bolero”, que estaba inspirada en la idea del Bolero de Ravel, pero con un nuevo sonido que Jimmy Page entendió como una nueva forma de hard rock (más tarde la llamarían heavy rock). Muchos estudiosos musicales aseguran que ese tema fue el embrión musical de Led Zeppelin.

Más aún, la autoría del bolero se la apropió Jimmy Page, aunque también había ideas de todos. Si bien es cierto que buena parte de la creación surgió de Jimmy, el verdadero sonido de las guitarras era de su amigo Jeff Beck. Eso también sería característico de la banda.

Cabe recordar que Jeff Beck y Jimmy Page son amigos desde que la hermana mayor de Jeff los presentó en un colegio de Surrey, donde estudiaban juntos. Tenían 15 años cuando se conocieron y ya eran dos precoces guitarristas increíbles. Desde entonces su amistad creció por décadas.

Aquel tema fue importante aunque al final pasó bastante desapercibido, pues se pudo publicar hasta un año después cuando se arreglaron los problemas de contrato de Beck con los Yardbirds. La canción fue importante porque el primer disco de Led Zeppelin finalmente se convirtió en una evolución o prolongación del “Beck’s bolero”.

Fue curioso cómo los caminos se separaron para 1967. Jeff­ Beck Group, completado por el vocalista Rod Stewart, el bajista Ron Wood (The Rolling Stones) y el baterista ­Aynsley Dunbar, alcanzó un éxito insospechado; mientras que los Yardbirds, con Jimmy Page en la guitarra, pasaban tiempos duros, y no porque no sacaran buena música, pues lanzaron el disco de psicodelia Little Games, que con el tiempo fue valorado. Sin embargo, en el momento no lograba entrar a las listas porque los críticos eran crueles con esa banda que había perdido primero a Eric Clapton y, luego, a su sustituto, Jeff Beck.

The Yardbirds se separaron en 1967. Pero Jimmy Page, quien estaba entusiasmado entonces con la música luego de hacer los arreglos de “With a little help from my friends”, de Joe Cocker, y “Hurdy gurdy man” de Donovan (según la perspectiva del ingeniero de The Rolling Stones, Glyn Johns, ya sonaba indiscutiblemente a Led Zeppelin), se acercó a Micky Most, el productor de los dos discos de Jeff Beck, que recién se había hecho socio de Peter Grant, quien enseguida le tomó la palabra a Page: crear una nueva banda y ser su mánager.

Las presiones por parte de la compañía discográfica y del público para que The Yardbirds continuaran eran fuertes. Así que Jimmy Page, junto con el bajista Chris Dreja, comenzó el nuevo grupo bajo el nombre de The New Yardbirds, para cumplir con la obligación legal de cubrir los conciertos que los Yardbirds tenían contratados antes de la separación. Entonces comenzó la cacería de talentos. Ese día era 7 de julio y lo que en realidad estaban formando era una leyenda.

Comenzaron a buscar miembros para una nueva formación, mientras innovaban su música junto al guitarrista actual de The Bulens, J. Jencquel. El primer candidato para el puesto de vocalista fue Terry Reid, quien se negó a ser parte de la banda porque ya tenía un contrato firmado en solitario; sin embargo, fue él quien les recomendó a un cantante de Birmingham tan bueno o mejor que él. Se llamaba Robert Plant.

En agosto de 1968, Page, Dreja y Peter Grant viajaron a Birmingham para ver la banda de Plant, Hobbstweedle. Plant aceptó la oferta de Page para entrar en la banda en una reunión en la casa de Page. Pronto Dreja decidió cambiar su orientación profesional para convertirse en fotógrafo, dejando vacante el puesto de bajista, luego John Paul Jones, ese amigo mencionado de antes de Page, se enteró de la noticia y le propuso a su amigo su entrada en la formación.

El reconocido cantante Chris Farlowe le dijo a John Bonham, quien tenía la reputación de ser el baterista más ruidoso de toda Inglaterra, “creo que estás cometiendo un error”, cuando éste le comentó que lo había llamado un tal Jimmy Page para comenzar una nueva banda. Tocaban en Catford, al sur de Londres, en un pub que hoy en día todavía existe. Bonham siempre quería dejar la batería en la furgoneta porque era muy perezoso, hasta aquella noche. La invitación del ­baterista se dio porque Plant, su amigo, lo recomendó. Ambos provenían de un grupo, The Band of Joy, especializado en versiones de Jefferson Airplane y Moby Grape.

Lo primero que hicieron fue ensayar un blues normal de 12 compases. En ese momento se vio la “química” que había entre los cuatro miembros. Su primer cometido fue acabar una gira pendiente en Escandinavia bajo el nombre de The New Yardbirds, en la que tocaron muchas de las canciones que forman parte de su álbum debut.

La banda quedaba cerrada, pero quedaba la polémica del nombre, ya que The New Yarbirds generaba problemas legales. Entonces tocó turno al nombre. Page recordó aquella anécdota de la sesión de Jeff Beck en la que Keith Moon soltó la broma del Lead Zepelin, que probablemente sea derivada de una anécdota anterior que el bajista de The Who, John Entwistle, contó después:

“Hace unos cuatro años empecé a estar harto de los Who, así que hablé con un tipo que ahora es jefe de producción de Led Zeppelin. Estuve hablando con él en un club, en Nueva York, y le dije ‘sí, estoy pensando en dejar el grupo y formar el mío. Lo voy a llamar Led Zeppelin. Y como portada del disco voy a poner el Hindenburg en llamas, ya sabes, todo este asunto’. Y unos dos meses después, empezó a trabajar con Jimmy Page, y como estaban buscando un nombre, él sugirió Led Zeppelin, a Page le gustó y salieron con la misma portada de disco que yo había planeado”, asegura. El jefe de producción al que se refiere Entwistle podría ser Richard Cole, futuro road manager de la banda.

A recomendación de Peter Grant, el mánager de la banda, se suprimió la “a” de “lead”, para evitar problemas de pronunciación por parte de los hablantes norteamericanos, ya que las vocales “ea” se pronuncian como una “i” en el inglés de Norteamérica. Tras tres semanas de pruebas, la banda estaba preparada para afrontar una gira de 10 días por Escandinavia, para satisfacer los compromisos del contrato, bajo el nombre de The New Yardbirds. También usaron ese mismo nombre en algunos conciertos en Gran Bretaña, antes de convertirse oficialmente en Led Zeppelin.

No surgió de abajo. No hubo bares ni covers ni sencillos como prueba. Led Zeppelin debutó en Denver, Colorado, el 26 de noviembre de 1968, como telonero de Vanilla Fudge y de Iron Buttlerfly. Los dos grupos americanos estaban en su máximo esplendor, pero Led Zeppelin les robó, literalmente, el show a los veteranos. Ello se debió en parte a la habilidad y al profundo conocimiento del público americano que Peter Grant había adquirido dirigiendo los asuntos de The Yardbirds y The Animals.

Cuando Led Zeppelin regresó a su patria eran casi estrellas. Peter Grant, mánager de la banda, otorgó a ésta 200 mil dólares a cambio de producirles su primer álbum. Tal suma de dinero provenía del sello Atlantic Records, que estaba interesada en fichar el mayor número posible de grupos que surgían durante aquella época amparados bajo el estilo blues y hard rock, algo que Led Zeppelin cumplía a la perfección, por lo que Atlantic contrató a la banda sin siquiera haberlos visto, solamente bajo la recomendación de Dusty Springfield.

Su primer disco fue publicado el 12 de enero de 1969, bajo el nombre de Led Zeppelin. Fue grabado en apenas una semana (grabado, mezclado y editado) en los estudios Olympic de Londres en octubre de 1968, ­empleando apenas 30 horas de estudio y sin muchas horas de ensayo. Ese disco hizo ganar a la compañía discográfica hasta 1975, más de cuatro millones de libras.

Lo demás es historia. Decían de ellos que celebraban misas negras en los camerinos. Que tenían un pacto con el diablo. Incluso, que practicaban el canibalismo. Su poderosa puesta en escena y las leyendas de sus fiestas y excesos les dotó de un magnetismo embaucador. En los años 70, Led Zeppelin era la banda más salvaje y peligrosa del mundo, y a principios de los 80, una de las muy contadas bandas que llenaban estadios. Todo en ellos fue un exceso.

Algunos rockeros que llegaron a verlos en sus primeros conciertos tienen recuerdos asombrosos: “Aquel show en Fillmore East (Nueva York, 31 de enero de 1969) cambió mi vida. Tenía 16 años cuando los vi (…) Conseguí su primer álbum una o dos semanas antes del show y me enamoré de él. Entre Page y Robert Plant lo destruyeron todo, se apoderaron de Fillmore East al punto de que al terminar su show, la mitad de la gente se retiró y no volvió nunca, aunque seguía la banda principal. Dios, qué lástima que nadie tuviera una cámara de video, fue increíble”, comentó Ace Frehley, guitarrista de KISS, en la edición decembrina de la revista Classic Rock de 2007.

En esa edición hay otros testimonios: “Estuve allí cuando ellos tocaron en Fillmore East el 31 de enero de 1969. Sólo fui a ver a la banda principal, Iron Butterfly. Tenía un asiento en primera fila. Créase o no, la primera banda soporte era un grupo evangelista llamada Porters Popular Preachers y luego salió Led Zeppelin. Fue el show más asombroso que yo haya visto”, dijo Jay Jay French, guitarrista de Twisted Sister.

“Tuve el honor de cenar con Robert Plant en 1988 y hablamos sobre aquel show. Él me preguntó si yo recordaba la risotada en el solo de batería de Ron Bushy durante la canción ‘In-A-Gadda- Da-Vida’. Yo no la escuché pero aparentemente había un palco y Bonham estaba allí doblándose de risa de tan malo que fue el solo de batería. Zeppelin sabía que se habían comido a la banda principal en el desayuno, merienda y cena. Terminé quemando aquellos discos de Iron Butterfly”, recordó.

La legendaria banda estuvo activa por 12 años. La mayor ironía está en que la última presentación juntos se da otro 7 de julio pero de 1980, en Berlín. Unas semanas antes de que muriera John Bonham. Lo demás es leyenda.

Fuente: Crónica de Hoy

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Héctor García