De acuerdo con las autoridades, un comando de cinco militares tomaron la radio estatal y anunciaron el establecimiento de un ‘consejo nacional de restauración’ con el fin de ‘salvar del caos’ al país africano, pero terminaron por ser detenidos.
Un intento de golpe de Estado llevado a cabo por un puñado de soldados fracasó este lunes en Gabón, cuyo presidente, enfermo, está ausente del país desde octubre pasado, y donde el ejecutivo se limita a gestionar los asuntos corrientes.
Los soldados insurrectos fueron arrestados, informó por teléfono el portavoz del Gobierno, Guy-Bertrand Mapangou, quien aseguró que «la situación está bajo control».
La situación está bajo control y la normalidad será restaurada en un plazo de unas tres horas», afirmó Mapangou.
Esta mañana varios militares tomaron la radio estatal y anunciaron el establecimiento de un «consejo nacional de restauración» con el fin de «salvar del caos» al país africano.
Según el portavoz del Gobierno, el motín estuvo encabezado por un comando de cinco militares a cargo del teniente Ondo Obiang Kelly, quien se presentó como líder del Movimiento de la Juventud Patriótica de las Fuerzas de Defensa y Defensa de Gabón (MPJFDS), y habría durado tan solo unas horas.
Las fuerzas de seguridad fueron desplegadas en Libreville, la capital, y permanecerán en ella los próximos días para mantener el orden, informó el portavoz Mapangou.
Los militares insurrectos que habían lanzado el mensaje por la radiotelevisión invitaron a sus ciudadanos a «hacerse con el control de la calle».
Todos los hombres de rango y suboficiales deben procurarse armas y municiones para tomar el control de los puntos estratégicos en todo el país de edificios públicos y aeropuertos», según su mensaje.
Los militares pidieron también a la población su apoyo para «salvar a Gabón del caos».
El mensaje fue leído por un militar, rodeado de otros dos, que se presentó como teniente Ondo Obiang Kelly, de la Guardia Republicana, y quien dijo presidir un Movimiento Patriótico de Jóvenes de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de Gabón, hasta ahora desconocido.
La intentona golpista se produce una semana después de que el jefe de Estado, Ali Bongo Ondimba, pronunciara un discurso dirigido a la nación el 31 de diciembre desde Rabat, donde se recupera de una enfermedad que le ha mantenido alejado del país desde octubre.
Ese discurso de Año Nuevo «reforzó las dudas» sobre su capacidad para continuar en el poder, subrayó el citado militar, «al escenificar a un paciente sin muchas de sus facultades físicas y mentales».
Bongo fue ingresado en un hospital de Riad el pasado 24 de octubre por lo que la Presidencia de Gabón describió como «fatiga severa».
Sin embargo, otros medios aseguraron poco después, citando fuentes oficiales, que Bongo había sufrido una apoplejía.
A finales de noviembre, el presidente viajó a Marruecos, donde recibió el apoyo del rey Mohamed VI para continuar en Rabat su proceso de recuperación.
El silencio oficial y su prolongada ausencia del país africano alentaron a la oposición a criticar con dureza el «vacío de poder» existente.
El pasado 14 de noviembre, el Tribunal Constitucional enmendó la Carta Magna con el fin de que el vicepresidente de Gabón, Pierre Claver Maganga Moussavou, pudiera presidir el gabinete de ministros en ausencia de Bongo.
Hijo de Omar Bongo, presidente de la pequeña nación petrolera de la costa oeste de África Central durante más de cuatro décadas (1967-2009), Ali Bongo sucedió a su padre en 2009.
En 2016, fue reelegido en unos comicios muy ajustados, lo que causó una revuelta social en la que murieron varias personas y unas mil fueron detenidas.
Su principal rival, Jean Ping, expresidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), le acusó de fraude, e incluso, la Unión Europa (UE) cuestionó la legitimidad del proceso electoral y denunció irregularidades.
Fuente: Excélsior