El Secretario de la Defensa Nacional, Luis Sandoval, informó que un grupo de 25 militares estaba desplegado en la zona donde ayer estalló un ducto en Tlahuelilpan, pero se vio rebasado por la multitud de entre 600 y 800 personas que acudieron a robar combustible.
Señaló que, ante la desproporción, los efectivos decidieron no hacer uso de la fuerza para detener a los infractores.
«Es sumamente difícil poder contener 25 hombres a 600, 800 personas; no puede haber un esfuerzo para buscar detenerlos, nunca lo van a lograr, y más si están convencidos los pobladores de querer ir por el producto, nunca lo van a poder hacer», afirmó.
«Entonces, es mejor evitar esa confrontación al verse rebasados completamente por la cantidad de gente que está enfrente de ellos, y es lo mejor para ambas partes retirarse; ha sucedido en muchas otras ocasiones, lamentablemente, en ésta sucedió la explosión».
En rueda de prensa conjunta con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el general Sandoval señaló que, en otros casos, civiles han herido a militares, y ha habido casos en que los uniformados han disparado.
«Eso no queremos que suceda, no queremos una confrontación de esa naturaleza; todo nuestro personal va armado y, al tener multitudes de esta naturaleza enfrentándose, también siente algo de temor en lo que le pueda pasar y, quizá, pueda emplear el arma», describió.
«Entonces, para evitar ese tipo de situaciones, en las que pudiéramos dañar en una manera diferente a la gente, evitamos la confrontación, evitamos tener, por el lado de la parte civil, de los pobladores, algún herido generado por nuestras armas, o, por parte de los pobladores, que hieran a nuestro personal, que lo lesionen, porque luego también traen, a lo mejor, palos o piedras».
El titular de la Sedena señaló que en Tlahuelilpan los militares no identificaron armas entre los pobladores que robaban combustible.
Fuente: Reforma