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Encarecen alimentos y taxis por desabasto

Publicado por
Héctor García

La señora Juana compró el jitomate para venderlo en 24 pesos la semana pasada. El precio al que lo ofrecía ayer a los clientes del Mercado de Mixcoac fue de 36 pesos, un alza de 50 por ciento que atribuye al desabasto de combustibles que viven algunas entidades del país.

Consultada por El Heraldo de México, dijo que ayer los precios sufrieron un alza marcada respecto de inicios de la semana.

Al mayoreo, frente a la semana pasada, el jitomate aumentó en 29 por ciento de acuerdo a datos el Servicio de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Mientras que el chile serrano lo hizo en 18 por ciento.

Las variaciones de precios en el SIAP se muestran día a día frente a la semana anterior. El alza del jueves (último dato disponible) es la más alta de la última semana.

Los comerciantes prevén más presión en los precios si no se normaliza el abasto de combustible.

 

PEGA EN LAS VENTAS EN CENTRAL DE ABASTOS

En tanto, la escasez de gasolina en la capital dio un severo golpe a los comerciantes de la Central de Abasto: las ventas cayeron hasta en 50 por ciento en tres días.

El ritmo no es el mismo, la sobredemanda de combustible en la entidad ha obligado a los 500 mil visitantes diarios promedio a repensar su estrategia de compras y a dosificar sus visitas. Los patios de maniobra no lucen llenos como de costumbre y los cuidadores de mercancía alargan su jornada laboral hasta por más de 13 horas para un mayor ingreso.

La agrupación que concentra a tres cuartas partes de los locatarios, Unión de Comerciantes enFrutas, Legumbres, Abarrotes y Locales Comerciales de la Central de Abasto (Uncofyl), confirmó en entrevista los estragos por la falta de gasolina.

De un 45 a un 50 por ciento las ventas han bajado en dos días, desde que empezó el problema hemos tenido esa baja de clientela. A las 3 de la mañana veíamos los andenes vacíos, a las 9 de la mañana era para que hubiera algo de movimiento; no hay clientes, explicó el Presidente de Uncofyl, Pedro Torres.

Añadió que es posible que los precios de los productos aumenten la próxima semana.

RADIOGRAFÍA ESTATAL

Comerciantes de perecederos comienzan a resentir la escasez de productos y una baja en sus ventas debido a la falta de combustible en estados del centro del país.

Locales de frutas y verduras de los mercados de Aguascalientes no reportaron la falta de mercancía, pero sí un encarecimiento de productos y demora en las entregas.

En Guanajuato, comerciantes reportaron una caída de 85 por ciento en las ventas de frutas, granos y abarrotes. La Cámara de la Industria Alimenticia de Jalisco indicó que la falta del hidrocarburo aún no afecta la distribución de los alimentos, pues las empresas tienen sus flotillas con gas natural.

En Hidalgo la Profeco lleva a cabo operativos de vigilancia y hasta el momento no ha detectado aumentos en precios o desabasto de alimentos. En Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles ofreció su apoyo al gobierno federal para solucionar el problema de desabasto y pidió a la población un poco de calma, procuremos no desesperarnos. ( Con información de Luigi Rivera, Gabriela Montejano e Ignacio García).

SIN GAS Y SIN SU PAGO

Cristian Espinoza hace todo lo posible por mantener ocupados a los despachadores. Entraron a su turno un poco antes de las 6 de la mañana, pero no hay gasolina ni ventas.

Si no hay gasolina, no hay propinas, y si no hay propinas, no ganamos nada, explica mientras sus compañeros limpian utensilios, trapean, barren y dan mantenimiento a una estación de servicio en el centro de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.

A unas cuadras de ahí está ubicada la estación de la competencia, pero con sólo caminar unos metros uno se puede dar cuenta que no hay competencia, porque tampoco hay venta de combustibles. Se acabó en la madrugada y no sabemos a qué hora va a llegar la pipa con más gasolina, comenta Raúl López, administrador de la estación.

El problema es que si no hay gasolina, los despachadores no ganan, agrega al preguntarle sobre el impacto que tiene el desabasto en quienes trabajan en este sector de las ventas. A esa realidad se enfrentan cientos de trabajadores de gasolineras, ya que viven de las propinas que les dan los conductores que cargan combustible.

En un buen día, cuenta Cristian, se logran reunir cerca de 300 pesos en propinas. Pero ahora ese ingreso está en función del abasto de combustibles y del turno que les toque cubrir. Quienes trabajaron en su estación ayer por la mañana no tuvieron ganancias, porque no llegó la pipa.

Fuente: El Heraldo

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Héctor García