La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) negó que la seguridad pública de Cuernavaca, Jiutepec y Yautepec haya quedado bajo la responsabilidad del Ejército.
En un comunicado, aclaró que la revisión que se hace a las comandancias policiales no sustituye ninguna tarea de las corporaciones, ni tiene autoridad alguna sobre el personal de los cuerpos de seguridad locales.
“La Secretaría de la Defensa Nacional no tomó el control de municipio alguno; la Secretaría Estatal de Seguridad continúa con sus actividades de seguridad pública en todo el estado”, en coordinación con personal de la Policía Federal y Estatal como parte del Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, “sin tener autoridad alguna sobre el personal de los citados cuerpos de seguridad”, insistió.
Luego de que el sábado de la semana pasada el gobierno de Morelos informara, a través de un comunicado, que además de las revisiones, “la Guardia Nacional” se haría cargo de la seguridad de las demarcaciones, la Sedena negó a través de dos comunicados que las fuerzas federales estén a cargo de la seguridad en municipios y que la Guardia Nacional aún no existe legalmente.
“En el concepto que las fuerzas que apoyan a la Comisión Estatal de Seguridad Pública durante la citada revista, corresponden al personal militar y a la Policía Federal desplegados en el estado de Morelos, dentro del marco de las Coordinaciones Regionales como parte del Plan Nacional de Seguridad 2018-2024 y no a la Guardia Nacional, como se ha indicado, toda vez que esta última, cumplirá las misiones que le otorguen la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y su Ley Orgánica, una vez que sean aprobadas por las instancias constitucionales correspondientes”, refirió.
La dependencia añadió que las revisiones al personal, armamento, equipo y municiones, no significaron el desarme de los policías, sino que fueron solicitadas por el delegado del gobierno federal en Morelos, Hugo Eric Flores, y del comisionado estatal de Seguridad, vicealmirante José Ortíz Guarneros.
“En ningún momento la revista tuvo la intención de desarmar al personal de la policía, ya que al término de la misma se les regresó su ‘armamento para que continuaran con sus respectivas actividades”, detalló.
Fuente: Milenio