Los problemas de abastecimiento de combustibles en México empeoraron ayer con largas filas en las gasolineras de ciertos estados ante las dificultades de los camiones cisternas de llegar a todo el país desde las terminales de Pemex custodiadas por militares.
En los estados más afectados, como Guanajuato, Jalisco, Hidalgo, Puebla y Michoacán, los vehículos se agolparon en las pocas gasolineras que quedaban abiertas para tratar de llegar a sus puestos de trabajo, llevar a sus hijos a la escuela o ir hospital si fuese necesario.
En el caso de Ciudad de México, los primeros problemas se presentaron en la zona sur de la capital y el pánico se adueñó de toda la ciudad.
En algunas gasolineras fueron los conductores los que trataron de mantener el orden para evitar problemas de seguridad, sin embargo, muchos lucían desesperados.
De prolongarse por más tiempo los problemas de abastecimiento, numerosas actividades cotidianas se podrán ver en riesgo y las pérdidas económicas, especialmente en las grandes ciudades, pueden ser millonarias.
La situación no es causada por la escasez de combustible en el país, según explicó ayer el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en rueda de prensa, sino por el plan contra el robo de combustibles que se puso en marcha a principios de diciembre de 2018.
Con este plan se cambió el modelo de suministro de Petróleos Mexicanos (Pemex) a las estaciones de servicios debido a que los oleoductos por los que habitualmente se traslada la gasolina son el acceso más sencillo para los ladrones de combustibles, conocido popularmente como los «huachicoleros».
López Obrador aseguró que «desde que iniciamos el plan se han robado 8 mil 540 pipas menos. (…) Lo que supuso un ahorro de 2 mil 500 millones de pesos (unos 129 millones de dólares)».
El robo continuo de gasolina desde los oleoductos es uno de los grandes problemas para Pemex con pérdidas anuales millonarias en ocasiones con la participación de empleados de la empresa.
Antes del plan impulsado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se robaba un promedio diario de 787 pipas (camiones cisternas) que entran y salen de las refinerías, mientras que ahora se ha bajado a 177.
Fuente: ABCNoticias