“Pasa, Alejandro”, me dijo un personaje ubicado en Palacio Nacional, al tiempo que me señalaba una silla ubicada en su escritorio de trabajo. “¿Qué me dices de tu Gobernador?, ¿ya controla más sus emociones y declaraciones? Porque acá, diga lo que diga, hasta el momento sigue siendo uno de los consentidos del jefe”.
“No tienes que decirme mucho. Sabemos perfectamente la imagen que se va formando Cuitláhuac García entre los veracruzanos. Empieza a crecer, poco a poco, la percepción de que no sabe gobernar, como si le hubiera caído del cielo la victoria, y bueno, en realidad así fue, ganó en gran medida por AMLO”.
El reloj marcaba las once de la mañana, no tenía mucho de haber finalizado la conferencia mañanera del Presidente López Obrador, y ahí, no muy lejos del Salón Tesorería, tuve una charla que no rebasó los veinte minutos.
“La verdad es que Cuitláhuac es un hombre bien intencionado; lo que menos haría sería robarle a sus paisanos. Aunque no se parece a AMLO, de alguna forma es lo más cercano que teníamos a él en Veracruz; además, ya había intentado una vez ser Gobernador y no le fue tan mal; se la merecía”.
¿El ser “bien intencionado le alcanza para ser un buen gobernador”? – me adelanté a cuestionar-
“Para nada, pero es un buen comienzo. AMLO quiere que Morena haga un gran papel en Veracruz, y créeme, está enterado que no hay muchos avances por allá, salvo la declaración de crisis humanitaria efectuada, iniciativa que el mismo Presidente apoyó. AMLO sabe que Cuitláhuac no brilla con luz propia”.
“López Obrador confía en Cuitláhuac, pero no en la gente que lo rodea; el Presidente supone que su equipo de trabajo es capaz y honesto, por lo tanto, no metería las manos al fuego por ninguno de ellos. AMLO estima a Cuitláhuac, pero sabe que no despega, como otros gobernadores morenistas o aliados empiezan a hacerlo, a pesar de la dependencia lógica que todos tienen por el apoyo de la Federación”.
“En los próximos 90 días, a reserva que ocurra algún imponderable, AMLO visitará cuando menos 3 veces el estado de Veracruz; por supuesto que no se trata de alguna casualidad: la idea es continuar ayudando a Cuitláhuac García. Habrá que ponerle la andadera cuántas veces sea necesario, hasta que aprenda a caminar, ojalá no nos lleve mucho tiempo, eso esperamos acá”.
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