La Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), de contundente mayoría opositora, acordó hoy declarar al jefe del Estado, Nicolás Maduro, como un «usurpador» de la Presidencia, en tanto que los diputados aprobaron incentivar el no reconocimiento de su mandato entre funcionarios civiles y militares.
El Legislativo acordó «declarar formalmente la usurpación de la Presidencia» por parte de Maduro y, por lo tanto, «asumir como jurídicamente ineficaz la situación de facto» del líder chavista, así como repudiar por «nulos todos los supuestos actos emanados del Poder Ejecutivo».
Con esto, la Cámara busca también «establecer un marco legislativo que otorgue garantías para la reinserción democrática, de modo que se creen incentivos para que los funcionarios civiles y policiales, así como los componentes de la Fuerza Armada Nacional, dejen de obedecer» a Maduro.
Los diputados se comprometieron a tomar medidas que permitan «restablecer las condiciones de integridad electoral para, una vez cesada la usurpación y conformado efectivamente un Gobierno de Transición, proceder a la convocatoria y celebración de elecciones libres y transparentes en el menor tiempo posible».
Asimismo, se creará un «marco legislativo para la transición política y económica, fijando las condiciones jurídicas que permita iniciar un proceso progresivo y temporal de transferencia de las competencias del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo».
Los legisladores acordaron «instrumentar las medidas necesarias» para que la Cámara «proteja activos de la República a nivel nacional e internacional, y los mismos puedan ser utilizados para atender la emergencia humanitaria compleja».
Por último, se aprobó asegurar la permanencia del Estado venezolano en organismos multilaterales y notificar del presente acuerdo a los miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país caribeño.
El Supremo declaró a la Cámara en desacato semanas después de que el antichavismo se hiciera con la mayoría de los escaños a principios de 2016 y desde entonces Maduro no rinde cuenta a los diputados en tanto que el resto de poderes públicos, cercanos al Ejecutivo, no toman en cuenta las decisiones del Legislativo.
Maduro juró el jueves su segundo mandato de seis años luego de haber obtenido la reelección en mayo pasado, en unos comicios señalados de fraudulentos y en los que no participó el grueso de la oposición.
Por esta razón, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) no reconocen la legitimidad del segundo mandato del chavista.
Fuente: Excélsior