El Gobierno de Venezuela acusó hoy nuevamente a Estados Unidos por estar detrás de supuestos planes intervencionistas en Caracas que buscan sacar del poder al presidente del país, Nicolás Maduro, mediante acciones violentas.
En un comunicado oficial, la llamada Revolución Bolivariana «denuncia una vez más ante la comunidad internacional el intento del Gobierno de los Estados Unidos por consumar un Golpe de Estado contra el Gobierno constitucional y democrático del presidente Nicolás Maduro».
La nota fue divulgada en redes sociales por el canciller venezolano, Jorge Arreaza, y en ella se critica que Washington no reconozca «las instituciones legítimas y democráticas del Estado venezolano».
«En días recientes, voceros del Gobierno estadunidense han desatado una serie de acciones hostiles a partir de falsos supuestos que procuran manipular la verdad, con el propósito de quebrantar la estabilidad institucional y la paz de Venezuela», prosigue el escrito.
Asimismo, el Ejecutivo de Maduro cuestiona que Estados Unidos pretenda «otorgar validez selectiva a las instituciones del poder público venezolano» al reconocer al Parlamento, controlado por la oposición, pero criticar al Gobierno y otros poderes más cercanos al chavismo.
En el comunicado, Venezuela dice que Estados Unidos «también recurre al tutelaje de Gobiernos subordinados de la región y les dicta órdenes para profundizar su asedio y bloqueo contra el pueblo venezolano», en alusión a la declaración de los países americanos que conforman el Grupo de Lima, excluyendo a México que no la firmó.
Estas naciones pidieron esta semana a Maduro no asumir el 10 de enero su nuevo mandato presidencial, cuya legitimidad no reconocerán, por haber triunfado el chavista en unas elecciones en las que no participó el grueso de la oposición al considerarlas fraudulentas.
En la nota de hoy, Venezuela reitera que desde el año 2002 Estados Unidos se ha dedicado a «promover, apoyar y financiar acciones violentas al margen de la constitución y las leyes venezolanas con el objetivo de generar un cambio de régimen por la fuerza que les permita recuperar el control sobre los recursos energéticos y minerales» en el país.
Fuente: Excélsior