De familia alfarera, Juan Manuel Vázquez Sánchez empezó, desde los 12 años de edad a elaborar piezas de barro, cautivado por el trabajo que realizaba su abuelo Saturnino Sánchez, así como sus tíos Silvestre, Rodolfo y Cecilio, en su pequeño taller del Pueblo Mágico de Metepec, en el Estado de México.
En un entorno tranquilo, rodeado de diferentes piezas de barro, Juan Manuel realiza, entre muchas otras piezas, extraordinarios nacimientos navideños, la mayoría de ellos en miniatura, que sorprenden por el detalle de sus minúsculas figuras de ángeles, vírgenes, reyes, animales y pastores, además de las pequeñísimas flores con las que decora el techo y todo el contorno del pesebre.
“Me gusta elaborar piezas en miniatura, pero también las realizo de cualquier tamaño, de acuerdo a lo que el cliente pida, ese no es ningún problema”, explica mientras sus manos amasan el barro, material con el que da forma a sus figuras.
Para la temporada navideña, Juan Manuel inició desde septiembre la producción de nacimientos de diferentes tipos y tamaños, los cuales le toman varios días de trabajo, dependiendo del número de personajes y detalles que lleve cada uno de ellos; de tal forma que, a lo largo de la temporada, realiza más de 100 piezas.
La calidad de su obra ha sido premiada en múltiples ocasiones en los diferentes concursos locales, regionales y nacionales en los que participa con frecuencia.
En 2014, se hizo acreedor al Galardón Presidencial, máximo reconocimiento que se otorga en el Gran Premio Nacional de Arte Popular y, en ediciones anteriores y posteriores, también ha conseguido primeros y segundos lugares, así como menciones honoríficas por su magnífico trabajo de arcilla en miniatura.
Además, ha sido reconocido en certámenes como el Premio Nacional de la Cerámica, que se realiza en Tlaquepaque, Jalisco, en el Concurso Nacional Árbol de la Vida, en Metepec, y el Concurso Nacional Nacimientos Mexicanos, que organiza el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart). Su obra se ha destacado por obtener los más altos premios.
Su venta es directa al público, ya sea a través del local que tienen en el Mercado de Artesanías en el centro del Pueblo Mágico de Metepec o, en la mayoría de los casos, son adquiridas por personas que llegan directamente a su taller recomendadas por otros clientes, lo que es motivo de orgullo.
Tras 25 años de trabajo en la alfarería, para Juan Manuel sigue siendo un gusto y un disfrute llegar a su taller para elaborar nuevas piezas que contribuirán a preservar la tradición de los nacimientos navideños de barro.
“Mis tíos y primos también elaboran este tipo de trabajo artesanal, pues la intención es que no se pierdan nuestras tradiciones”, destacó.
Fuente: Staff