Más allá de si Luis Ángel Bravo, quien fuera Fiscal de Veracruz en tiempos de Javier Duarte, tenga o no razón al culpar de su permanencia en el Penal de Pacho Viejo, al actual Presidente del Tribunal Superior de Justicia en el estado, Edel Álvarez Peña, lo cierto es que muchos vaticinaban su salida durante el mes de diciembre.
Y es que después del cambio de medida cautelar concedido a tres ex duartistas en días consecutivos, parecía cuestión de semanas para que los “peces gordos” procesados por el ex Gobernador Miguel Yunes Linares, pudieran obtener la oportunidad de continuar su juicio en libertad. No fue así.
Ahí adentro, en Pacho Viejo, permanecen vestidos con uniforme naranja tanto el ex fiscal duartista, Luis Ángel Bravo, como quien fuera titular de Comunicación Social, Gina Domínguez, aunados a otros ex funcionarios que se desempeñaron en áreas de seguridad y finanzas veracruzanas.
No podemos dejar de lado a Juan Antonio Nemi Dib, ex titular de Salud con Javier Duarte, quien debido a cuestiones médicas, le fue otorgado el arraigo domiciliario, más no cuenta aún con el “permiso” para afrontar su proceso fuera del penal.
¿Por qué se precipitó la liberación de ex duartistas y luego se detuvo así, de la misma manera? Hay quienes especulan que alguien del Gobierno Federal habría sugerido al mandatario Cuitláhuac García, “pausar” un poco las salidas para “calmar las aguas”, y no poner en predicamento la amnistía propuesta por AMLO.
Consulté algunas fuentes federales, y me dijeron que en el caso de los ex duartistas aún presos en Pacho Viejo, la instrucción de retenerlos un tiempo más se gestó en el estado, no desde el centro del País. “Estamos demasiado ocupados en otros temas, como para fijarnos en ello; ese asunto lo decide la justicia veracruzana”.
Luis Ángel Bravo no había concedido entrevistas desde su aprehensión en la Ciudad de México. En un diálogo exclusivo que sostuve con él, a través de la cabina telefónica del penal, afirmó que quienes lo mantienen preso son Edel Álvarez Peña, Jorge Winckler y Jaime Téllez Marié, Presidente del Poder Judicial, Fiscal y ex titular de Seguridad Pública en el estado, respectivamente, a quienes calificó de “trilogía criminal”.
Me dijo que el Penal de Pacho Viejo se había convertido en una casa de seguridad, “donde le permitían a personajes entrar, obtener casas y cosas”, a través de la tortura, presión psicológica o “acuerdos legaloides”.
Por mucho tiempo, quienes trabajaron para Javier Duarte, sean o no culpables, permanecerán vigentes en la opinión pública nacional. Hoy es Luis Ángel Bravo; ayer fue Arturo Bermúdez; poco antes, el propio Javier Duarte; transversalmente, Karime Macías; mañana, ¿quién será?
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