El pasado mes de agosto, la Academia de Hollywood anunció una nueva categoría que revolucionó el plácido verano de los cinéfilos (y el de los periodistas cinematográficos en particular): el Oscar a Mejor Película Popular. Las críticas no tardaron en expandirse por todas las redes sociales y medios de comunicación. ¿No sería eso un gueto para las grandes producciones simplemente por haber triunfado en taquilla? ¿No acabaría convirtiéndose en un simple premio de consolación mientras las “películas serias” ganan los premios de siempre? A la vista de la campaña por los Oscars 2019, parece que el debate ha caído por su propio peso, pues algunas de las contendientes más fuertes de este año son, precisamente, ‘blockbusters’.
Está claro que aún es pronto para aventurarse a predecir los nominados, que no llegarán hasta enero, pero la experiencia nos dice que, a estas alturas del año, ya pueden hacerse unas quinielas más que realistas. De hecho, hace justo un año, películas como ‘Tres anuncios en las afueras’, ‘Call me by your name’, ‘La forma del agua’ o ‘Lady Bird’ ya poseían un ensordecedor ‘Oscar buzz’, que, efectivamente, acabó materializándose en unas cuantas nominaciones. Recordar esos títulos -y los que les precedieron en otros años- es imprescindible para entender por qué en 2019 las cosas van a cambiar. Por qué las cosas YA están cambiando. Aquellas, en mayor o menor medida, eran películas ‘indie’. Ahora ha llegado la era de las superproducciones de cinco estrellas.
‘Black Panther’, la película más taquillera del año en Estados Unidos, tiene muchos puntos para conseguir lo que ‘El caballero oscuro’ no pudo: ser la primera película de superhéroes en conseguir una nominación a Mejor Película. ¿Utopía? No creáis. Walt Disney Pictures está apostando muy fuerte por la producción de Ryan Coogler, que ha recaudado más de 700 millones de dólares en Norteamérica y consiguió el favor de la crítica desde su estreno. Además, el componente social y reivindicativo del ‘black power’ en la cinta -y que se respira en la sociedad estadounidense bajo la presidencia de Donald Trump- podrían jugar un papel bastante importante. No olvidemos que Hollywood no quiere perder ni una sola oportunidad para abofetear -metafóricamente- a su presidente.
Si lo del superhéroe de Marvel sería una sorpresa ya anunciada, la nominación de ‘Ha nacido una estrella’ parece ya algo que se da por hecho. De hecho, Bradley Cooper y Lady Gaga ya hablaban hace algunas semanas de que sorprenderían con su actuación de ‘Shallow’ en la ceremonia, aunque para que eso suceda tiene que estar nominada a Mejor Canción Original. Que lo estará. Y, previsiblemente, no será su única nominación. La crítica ha encumbrado la ópera prima de Cooper casi tanto como la actuación de la cantante, así que nadie espera otra cosa que no sea un paseo triunfal de ambos por la alfombra roja el próximo mes de febrero. Con 356 millones de dólares recaudados en todo el mundo y el respaldo de una major -Warner Bros.- es la segunda de las superproducciones de 2018 con posibilidades de premio.
Y ahí no acaba la cosa. ‘Un lugar tranquilo’ casi logra igualar esa cifra, y recaudó 340 millones de dólares. Paramount Pictures ha visto en la producción su gran baza para los Oscars, sustentada por muy buenas críticas, dos actores (John Krasinski, también director, y Emily Blunt) en estado de gracia y una idea original que ha convencido al público. No es una producción de las dimensiones de las dos anteriores, jugaría en una liga media en cuanto a envergadura, pero tampoco sería de la “marginalidad” de otros victoriosos títulos como ‘Moonlight’.
Con Blunt parece que vamos a apuntarnos otro ‘blockbuster’ más para triunfar en los Oscars 2019: ‘El regreso de Mary Poppins’. Aunque la película aún no se ha estrenado (llegará el 19 de diciembre a Estados Unidos y el 21 a España), el ‘buzz’ está que arde: los críticos y académicos que ya han podido ver la cinta de Rob Marshall (que tiene unos buenos antecedentes en los premios con ‘Chicago’) apuntan no sólo a un gran trabajo de la actriz, sino también a una película que no desentonaría entre las nominadas al gran premio. El experto en los Oscars de la revista Variety, Kris Tapley, la incluía directamente en sus predicciones.
año, y que se alejan también de los aires ‘indies’ que dominaban el año pasado, podrían ser ‘El vicio del poder’ de Adam McKay, ‘Infiltrado en el KKKlan’ de Spike Lee, ‘Green Book’ de Peter Farrelly y ‘First Man’ de Damien Chazelle, que podría redimirle de aquel Oscar que le quitaron de las manos. Literalmente. Después tendremos, sin duda, el elefante en la habitación: ‘Roma’ de Alfonso Cuarón, que podría hacer historia como la primera película de Netflix en ganar una estatuilla. Un momento temido y deseado a partes iguales por la industria del cine norteamericano. Que tiene muchas posibilidades de conseguirlo es algo que está fuera de toda duda.
Tapley incluía también las pequeñas -pero matonas- ‘¿Podrás perdonarme algún día?’ de Marielle Heller, ‘The Favourite’ de Yorgos Lanthimos (ambas de Fox Searchlight, que ganó el año pasado con ‘La forma del agua’, y ‘El blues de Beale Street’ de Barry Jenkins, director de la ya oscarizada ‘Moonlight’ y razón por la cual no habría que darle por noqueado en esta carrera a contrarreloj. Fuera del ránking del periodista de Variety se quedaba otra que, a pesar de sus tibias críticas y una decepcionante taquilla en Estados Unidos (ni siquiera ha conseguido recuperar su inversión), podría unirse a la fiesta: ‘Viudas’ de Steve McQueen. Y otra más que todavía no se ha estrenado, pero que cuenta con dos actrices altamente nominables: ‘María, Reina de Escocia’ de Josie Rourke, con Saoirse Ronan y Margot Robbie.
Como vemos, la variedad -de tamaños de producción, de géneros cinematográficos, de temáticas- es apabullante. No tanto en el sexo de sus directores, pues Heller y Rourke son las únicas que podrían tener alguna posibilidad (y, seamos francos, no la tendrán). Lo que es innegable es que este año los ‘blockbusters’ han conseguido más apoyo que nunca por parte de la crítica y es más que probable que acabe reflejándose en las nominaciones del próximo mes de enero. Así tendríamos, como quería la Academia de Hollywood, una categoría (encubierta) de Mejor Película Popular. Igual es que nunca la habíamos necesitado.
Fuente: fotogramas.es