La historia de este 2018 en Nuevo León se han escrito con números rojos ya que, derivado de la violencia que se vive en la entidad, hasta el mes de noviembre, se han registrado 726 homicidios dolosos.
Las ejecuciones y el hallazgo de restos humanos en bolsas y hasta en maletas han marcado el presente año que está a tan sólo unos días de concluir. También han regresado los atentados en contra de elementos policiacos.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del estado, el repunte de la violencia está relacionado con la compra-venta de droga, así como rencillas personales entre miembros de diferentes carteles.
Hay una guerra muy clara entre dos cárteles que están acá en el norte”, dijo en su oportunidad el Secretario de Seguridad Pública en la entidad, Aldo Fasci Zuazua.
La violencia ha ido claramente en incrementó en los últimos tres años. En el 2015 cuando el gobernador, Jaime Rodríguez Calderón tomó las riendas del estado, la cifra de homicidios dolosos cerró en 451, al año siguiente incrementó a 644; en el 2017 hubo 656 y en este 2018, el número anda ya rondando los 800.
‘El Bronco’ ha adjudicado el recrudecimiento de la violencia y los ataques a policías a la liberación de dos capos “El Tori” y “El Chelelo”.
El hecho de que la autoridad haya liberado dos delincuentes de alto riesgo como es El Chelelo y el Tori, evidentemente, tenemos una reacción en ese sentido», expuso el jefe del ejecutivo estatal.
Los atentados en contra de elementos policíacos reiniciaron el mes de octubre cuando el agente ministerial Luis Ricardo Morales, de 27 años fue privado de la existencia por hombres armados en calles de la colonia Cumbres, en Monterrey cuando se dirigía a un revelo de vigilancia a un domicilio que recientemente había sido cateado.
Derivado de esos sucesos, el director de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) Esteban Cantú sostuvo que esas acciones de los delincuentes no los iban a amedrentar, pero que estaban en alerta.
El domingo anterior a los hechos, el funcionario había mandado un mensaje a los elementos exhortándolos a que se mantuvieran alertas.
Los que sucedió es una reacción de la delincuencia organizada”, sostuvo.
Sin embargo, los ataques no quedaron ahí, sino que el 14 de noviembre un agente de Tránsito del ayuntamiento de San Pedro fue ejecutado por los tripulantes de una camioneta mientras resguardaba una obra vial.
Un par de días después en Anáhuac los ocupantes de una patrulla fueron agredidos con saldo fue de un muerto y dos heridos.
Fuente: Excélsior