Un total de 113 trabajadores de medios de comunicación fueron asesinados en 2018, un 14% más que en el año anterior, según la lista anual de la ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC), donde México y Afganistán figuran como los países más peligrosos para informar.
En México, que ya encabezó la lista de periodistas asesinados en 2017, murieron este año 17 informadores, los mismos que en Afganistán (que duplicó sus cifras de 2017), mientras que Siria se colocó en tercer lugar con 11 fallecidos de forma violenta y le siguieron Yemen y la India con 8 muertos cada uno.
La PEC destaca que dos tercios de las víctimas murieron en zonas de conflicto, entre las que incluye México pese a no haber una guerra declarada, pues se trata de un país en el que “los grupos criminales son los principales responsables del alto precio que pagan los trabajadores de los medios”, subrayó hoy la ONG en un comunicado.
Entre los 17 periodistas mexicanos que murieron en 2018 -tres más que en 2017- hay nombres como Diego García Corona, del semanario Morelos, o Jesús Alejandro Márquez Jiménez, fundador del portal de noticias Orion Informativo, asesinados a principios de este mes en dos ataques separados.
Estados Unidos ocupa un destacado sexto lugar en la lista anual con seis periodistas muertos: cinco de ellos fallecieron en un mismo ataque, de un hombre armado contra la redacción del Capital Gazette de Annapolis, el pasado mes de junio.
Por regiones, Asia es la región más peligrosa para el ejercicio del periodismo, con 36 asesinados, seguida de cerca por Latinoamérica (32, incluyendo cuatro en Brasil, tres en Colombia y otros tantos en Ecuador), mientras que en Oriente Medio los fallecidos fueron 24.
“Después de un comienzo desastroso en el año, el final de 2018 fue más tranquilo pero estamos lejos de la meta”, destacó Blaise Lempen, secretario general de la PEC, organización que pide la implicación de actores como el Consejo de Europa o la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para buscar medidas preventivas.
El asesinato que más titulares ha generado este año ha sido el del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul (Turquía) el pasado octubre, un hecho “sin precedentes”, según la PEC, que pidió que se aclaren “las circunstancias de ese crimen atroz”.
De acuerdo con la organización con sede en Ginebra, en la década transcurrida entre 2009 y 2018 han sido asesinados 1.221 trabajadores de los medios y en el último lustro los países que han constituido un mayor peligro para la profesión periodística han sido Siria (64 fallecidos), México (61) y Afganistán (48).
Fuente: 24 Horas