El presidente francés Emmanuel Macron visitó el vandalizado Arco del Triunfo y tuvo una reunión de emergencia relacionada con seguridadel domingo, un día después de que el centro de París fuera golpeado por los mayores disturbios de Francia en una generación.
Macron, quien se reunía con su premier y ministros del Interior y Medio Ambiente, ha jurado que los responsables de la violencia y daños pagarán por sus acciones.
«Ninguna causa justifica que las fuerzas del orden sean atacadas, que comercios sean saqueados, que se amenace a transeúntes o a periodistas, que se ensucie el Arco del Triunfo», dijo el presidente galo el sábado en Buenos Aires, donde asistió a una cumbre del G20.
«Los culpables de estas violencias no quieren cambios, no quieren mejorar nada, quieren el caos. Traicionan las causas que pretenden servir y que manipulan. Serán identificados y responsabilizados por sus actos ante la justicia», agregó el mandatario.
Visitó el monumento, atacado por manifestantes, pocas horas después de regresar de la cumbre del G20 en la Argentina.
Macron rindió homenaje al soldado desconocido de la Primera Guerra Mundial, cuya tumba está debajo del monumento.
Después se dirigió a una avenida cercana donde activistas con chalecos amarillos habían incendiado autos, roto ventanas, saqueado tiendas y luchado contra la policía el sábado. Ahí se reunió con bomberos, policías y propietarios de restaurantes.
Vehículos calcinados, ventanas rotas y cercas tiradas a causa de la revuelta ensuciaban las calles de las áreas turísticas más populares de la ciudad el domingo, incluidas las principales avenidas cerca del Arco del Triunfo, las calles adyacentes a los Campos Elíseos y el jardín de las Tullerías.
La mañana del domingo, empleados municipales limpiaban los grafiti en el Arco del Triunfo.
Uno de los letreros decía:
«Las chaquetas amarillas triunfarán”, una referencia a los chalecos fosforescentes que usaron los manifestantes para exigir medidas a favor de los trabajadores.
Fuente: Excélsior