Este martes fue presentada la propuesta de la Política Nacional Anticorrupción de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), documento surgido del análisis de datos oficiales y evidencia generada por diversas organizaciones de la sociedad civil, y que integra información de ocho foros regionales y una consulta ciudadana.
Al recibir la propuesta, Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, dijo que para nadie es desconocida la postura crítica del gobierno de Andrés Manuel López Obrador respecto al SNA, pero dijo que están abiertos a analizar de forma responsable el documento, cuya entrega agradeció. “Estamos con la mejor disposición para trabajar juntos y con apertura para retroalimentar y criticar de forma constructiva la propuesta”.
Sandoval sostuvo que México ocupa el “deshonroso lugar de ser uno de los países más corruptos del orbe” y que en las elecciones del 1 de julio el mandato popular fue un “ya basta a la corrupción”. Señaló que hay aspectos del SNA que se podrían fortalecer: “Lo podríamos resumir en tres consignas, que el Comité Coordinador realmente coordine, que el Comité de Participación Ciudadana realmente se ciudadanice, y que las aristas político-electorales y financieras, que lamentablemente hoy son tierra fértil para la corrupción estructural, realmente sean consideradas en este entramado de coordinación”.
Dijo que la visión del gobierno la política nacional anticorrupción “deberá ser que las instancias anticorrupción se coordinen, generen sinergias, que la corrupción se castigue, que el SNA se ciudadanice aún más y que lidere la coordinación del combate a la corrupción a nivel local”.
La propuesta realizada a partir de trabajos coordinados por el Comité de Participación Ciudadana (CPC) del SNA tiene 60 prioridades, organizadas en cuatro ejes o apartados: impunidad, arbitrariedad, involucramiento de la sociedad e interacciones gobierno-sociedad.
El documento concibe a la corrupción como un orden social que basa sus formas de intercambio en las relaciones particulares y el favoritismo, en lugar de fundarlas en modos impersonales e imparciales de autoridad. “El problema principal que enfrenta la corrupción es la incapacidad gubernamental y social para controlar efectivamente la corrupción, y las condiciones que propician su permanencia”, de acuerdo con el diagnóstico incluido en el texto elaborado con información de organizaciones de la sociedad civil, del sector empresarial, de la academia, de los organismos internacionales, entre otros.
Como parte del eje de impunidad se incluyen los temas de denuncia, investigación y sanción de faltas administrativas; y procuración e impartición de justicia en materia de delitos de corrupción.
En el eje de arbitrariedad se presentan los temas de profesionalización e integridad en el servicio público, procesos Institucionales y, auditoría y fiscalización.
Como parte del eje de involucramiento de la sociedad se incluyen los temas de participación ciudadana, integridad y corresponsabilidad empresarial, y educación y comunicación para el Control de la Corrupción.
En el eje de interacciones gobierno sociedad se incluyen los temas de trámites, servicios y programas públicos; contrataciones, asociaciones público-privadas y cabildeo.
En la presentación del texto participaron, entre otros, el secretario técnico del SNA, Ricardo Salgado Perrilliat, y el comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Francisco Javier Acuña, y Mariclaire Acosta, presidenta del CPC del SNA.
Fuente: La Jornada