Hasta el cierre de esta edición el Proyecto de Presupuesto para el órgano legislativo destinaba 13 millones 900 mil pesos en vestuario, prendas de protección y artículos deportivos, de acuerdo con lo establecido en el capítulo 2000, es decir, cada diputado podrá gastar hasta 210 mil pesos del erario.
Se trata del rubro relacionado con la compra de todo tipo de materiales y suministros para el funcionamiento de las actividades legislativas.
Sólo para el servicio de arrendamiento de inmuebles, locales, terrenos y vehículos, los diputados podrán gastar 23 millones de pesos.
Aun así se presenta la siguiente justificación: “Se limitó el gasto de arrendamiento de inmuebles… promoviendo la integración de integración de espacios físicos…”, se explica en el proyecto.
Para el rubro de alimentos hay etiquetados seis millones 30 mil pesos; es decir, cada día podrían gastar alrededor de 22 mil 818 pesos.
En total, el Congreso de la Ciudad contempla un presupuesto de mil 766 millones 54 mil 290 pesos.
De total de esos recursos, mil 214 millones 800 mil pesos serán destinados para remuneraciones del personal en el Congreso; por ejemplo, sueldos, dietas, honorarios asimilables y prestaciones.
Para materiales y suministros vinculados con las labores legislativas y administrativas se destinarían 45 millones 425 mil pesos.
Para ayudas, subsidios y transferencias se estiman 321 millones 500 mil.
En lo referente a servicios generales se dota de 171 millones 540 mil pesos y para ayudas, subsidios y en transferencias hay una bolsa de 321 millones 500 pesos.
A nivel general, el presupuesto se redujo 598 millones de pesos, en comparación a lo autorizado por la extinta Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) para este año que fue de 2 mil 364 millones.
Para la Auditoría Superior de la CDMX, los legisladores autorizaron un gasto de 529 millones 578 mil 834 pesos. Esto supone un aumento de 11 millones 484 mil pesos con respecto a la propuesta del Ejecutivo.
En el proyecto se argumenta que la adquisición y suministros se realizó de conformidad al catálogo de bienes proporcionados por la Dirección general de Administración y que se procurará la consolidación de los requerimientos para licitación pública y la reducción al mínimo de las compras directas con una política de optimización y fomento al ahorro.
“Los inventarios institucionales deberán ajustarse a lo indispensable”, se expone.
También se establecerá una política de ahorro en las adquisiciones para transparentar los procesos.
Fuente: Heraldo de México
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Arriba la auteridád péro con los *hijos de mi vecino!