Habíamos cogido a dos niñas que no habían elegido aquella vida y, sin pensarlo detenidamente, las habíamos arrojado a las fieras. Michelle Obama. Becoming: mi historia.
En apenas unos meses el hijo menor del presidente López Obrador aparece en medios por tercera ocasión, esta vez por su presencia en el palco de Televisa durante la final América y Cruz Azul. Las anteriores al aparecer en público con un mechón bicolor y cuando sufrió una fractura.
En este espacio se ha advertido la falta de preparación de las familias de celebridades y funcionarios públicos para enfrentar a los medios y la crítica.
Los antecedentes sobran ¿recuerdan al hijo mayor de Felipe Calderón vestido de militar? ¿Y los hijos de Peña Nieto y Angélica Rivera por los tuits de Paulina, los viajes de compras en Los Ángeles o el tatuador en Los Pinos?
No es la primera vez que el presidente en turno tiene hijos menores, claro antes de las redes no sufrían la amplificaciónactual.
Tras el partido, el perredista, Jesús Zambrano publicó en Twitter: El Jr. del Presidente @lopezobrador_, que hizo campaña contra «La mafia del poder», gozando de las mieles de «la mafia». ¿Traición a la Patria o ya son muuuuy amigos de «los mafiosos»?
Por la misma vía la esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, le respondió: Si usted tiene una querella con #AMLO, ya sabe dónde despacha. Deje a su hijo ser niño y disfrutar de su afición futbolística. #ConLosNinosNo Sea feliz, solo se vive una vez.
Zambrano replicó: Con todo respeto Señora Beatriz Gtz; no soy yo quien expone a su hijo a la vista de la ciudadanía y de los medios de comunicación que lo evidenciaron. Ustedes como padres tienen una responsabilidad y hay que asumir los actos. A él no lo enjuicio ni lo toco.
Y en efecto, los padres del menor tienen que reconocer que fueron ellos quienes lo colocaron ante la mirada pública. El estadio Azteca tiene decenas o cientos de palcos, muchos de ellos propiedad de Televisa en los que pudo presenciar el juego, como lo llevaron al de Emilia Azcárraga las fotos no se hicieron esperar aún están frescas las declaraciones de López Obrador colocando al dueño de Televisa en la mafia del poder. Más aún porque el propio presidente declinó la invitación para entregar el trofeo al campeón.
Este tema lo hemos llevado a la Cumbre Mundial de Comunicación Política, porque las familias casi nunca son preparadas para el escrutinio social.
La exprimera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, en su reciente libro Becoming: Mi historia, reconoce: El aparato de campaña existía únicamente para servir al candidato, no a su esposa o familia. Y por mucho que los empleados de Barack me respetaran y valoraran mis aportaciones, nunca me habían dado demasiada orientación (…) Nunca había recibido formación para tratar con los medios o pronunciar discursos.
PAÍS DIVIDIDO
Seis meses después de la elección México sigue enfrentado. El presidente lo ignora o no le importa, todos los días enrueda de prensa en lugar de buscar la concordia divide. Afirmó que no acudió a los funerales en Puebla: Para no hacerles el juego a estos provocadores mezquinos. Decidí actuar de manera prudente. A ver cuándo López Obrador se da cuenta que es presidente de todos los mexicanos, aún de los mezquinos conservadores.