El Gobierno federal presentó el nuevo Programa Nacional de Migración que estará apegado a pacto en la materia aprobado hoy en la Asamblea de la ONU y que, entre sus prioridades, está el salvaguardar los derechos de los niños migrantes.
En conferencia, fue anunciado que la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y el Instituto Nacional de Migración (INM) coordinarán la nueva Comisión para proteger interinstitucionalmente a los niños migrantes y que pide asilo en el país.
De acuerdo con el titular del SIPINNA, Ricardo Bucio, la nueva política tendrá en cuenta la restitución de derechos humanos de los menores migrantes como uno de sus ejes principales.
Destacó que, según la encuesta Encuesta OpiNNA Derechos sin Frontera, 6 de cada 10 niños mexicanos están de acuerdo con el apoyo a los menores centroamericanos que cruzan por México con destino a Estados Unidos e incluso los aceptarían en sus escuelas.
Al respecto, la secretaria de Gobernación resaltó el resultado de este estudio y asentó que, a diferencia de los adultos, los niños en México no discriminan y no tienen prejuicios con respecto a los menores migrantes.
“La niñez en México no discrimina a la niñez migrante porque no tiene los prejuicios de los adultos”, comentó.
Además de la atención para salvaguardar los derechos humanos de los migrantes, esta política migratoria tiene el objetivo de impulsar la cooperación para detonar desarrollo en los países vecinos centroamericanos.
La titular de la Segob y el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, aplaudieron que a la par del Pacto de Migración de Marrakech sobre el tránsito migratorio ordenado y seguro, México anunció una serie de medidas para que la política sobre migración coincida con el pacto promovido.
«Hoy quedó aprobado el Pacto Mundial para una migración segura, Ordenada y Regular por la ONU. México coincide con este pacto y por ello creamos esta Nueva Política Migratoria. Eso le da al país un lugar muy especial», aseveró el canciller.
Fuente: Excélsior