Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que el nuevo logotipo de la CDMX debe analizarse en cuanto a su estética y su capacidad de comunicación, aunque en ambos casos, el veredicto sería nulo.
Y aunque la letra «X» tiene un gran significado a lo largo de la imagen gráfica de México, en este caso el autor simple y sencillamente parece haber incurrido en un plagio.