El conflicto del presidente Donald Trump en la frontera de Estados Unidos y México significa que millones de dólares en comercio agrícola estadounidense podrían estar, de nueva cuenta, bajo amenaza.
Si bien la mayor parte de la agricultura estadounidense que se exporta a México se envía a través de Texas, los cruces fronterizos de California cercanos al ‘caos limítrofe’ registran diariamente millones de dólares en comercio, señaló Dan Kowalski, titular de intercambio de conocimiento del acreedor agrícola CoBank.
México es un importante comprador de carne, ganado, cereales y productos lácteos de su vecino del norte.
Autoridades fronterizas de Estados Unidos cerraron de forma temporal la garita de San Ysidro, entre Tijuana y San Diego, el domingo, en un contexto en el que Trump intensifica su discurso en contra de los migrantes y amenaza con cerrar de forma permanente la frontera sur si es necesario.
Si bien Trump no ha ofrecido ningún detalle sobre sus amenazas y si bien hay cierto escepticismo acerca de si se produciría un cierre o cuánto tiempo duraría, las amenazas han generado ciertas preocupaciones en la industria agrícola, de acuerdo con Alan Suderman, economista jefe de materias primas de INTL FCStone, en Kansas City, Missouri.
Solo los cruces de San Ysidro y Caléxico, en California, registraron el año pasado alrededor de mil 160 millones y 475 millones de dólares respectivamente, en carne, ganado, cereales, productos lácteos y otros productos agrícolas transportados desde EU a México, según datos compilados por CoBank.
Pacto reciente
Los últimos temores se generan solo semanas después de que los agricultores se sintieran aliviados cuando EU y México, junto con Canadá, concluyeran las negociaciones para crear al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Antes de llegar a ese acuerdo comercial, México había impuesto aranceles a productos estadounidenses como la carne de cerdo, y la industria porcina de la Unión Americana ha pedido de forma insistente que se ponga fin a las disputas comerciales.
A pesar de que el actual problema fronterizo no parece haber afectado aún a la agricultura estadounidense, esta industria está observando con atención porque “si esto se convierte en un problema más grande o en un problema prolongado, podría marginar muchas exportaciones agrícolas”, aseguró Kowalski, de CoBank.
Más del 80 por ciento de las exportaciones agrícolas entre México y Estados Unidos se transporta por tierra, ya sea por camión o ferrocarril.
El conflicto en la frontera también suscita intranquilidad por la posible escasez de mano de obra, ya que los propietarios de los campos ya tienen dificultades para encontrar trabajadores que recolecten desde fresas hasta lechuga, indicó David Swenson, economista agrícola de la Universidad Estatal de Iowa, en Ames.
La industria agrícola se ha vuelto cada vez más dependiente de los inmigrantes para realizar esos trabajos, según Swenson. Los trabajadores a menudo van y vienen cruzando la frontera para llevar a casa el dinero que han ganado en la Unión Americana, explicó.
Hasta cifras del 2016, aproximadamente el 58 por ciento de los trabajadores agrícolas de EU procedía de México, según el Departamento de Agricultura. En 2017, la cantidad de visas temporales para trabajar en la agricultura se disparó en 316 por ciento a 200 mil, lo que se compara con las 48 mil de 2005.
“La intranquilidad sería inicialmente para aquellos trabajadores que van y vienen” entre Estados Unidos y sus países de origen, dijo Swenson. (El Financiero)