Al menos unos 150 emigrantes de El Salvador salieron el domingo encaravana rumbo a Estados Unidos, ignorando las advertencias y el despliegue militar que ha ordenado el presidente Donald Trump para impedir su ingreso.
Huyendo de la violencia y la pobreza, ésta es la cuarta caravana que sale de El Salvador y tiene el propósito de unirse al resto de centroamericanos que ya se encuentran en México con la intención original de solicitar asilo en Estados Unidos.
Inspirados por las movilizaciones de Honduras, miles de salvadoreños se organizaron en las redes sociales y WhatsApp para intentar cruzar la frontera estadunidense.
Manuel Umaña, un agricultor de 53 años, asegura que decidió unirse a la caravana para escapar del acecho de violencia y de las extorsiones de miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) en el municipio de San Pedro Masahuat, en la zona central del país.
«A nosotros ya nos tienen amenazados los pandilleros en donde vivimos, ya no tenemos vida con esa gente, nosotros no nos metemos con nadie y por eso decidimos ir a buscar ambiente a otro lugar», dijo Umaña al tiempo que mostraba cicatrices en el rostro que supuestamente le fueron causadas por pandilleros hace cinco años.
Las personas, entre las que viajaban varios niños, cargaban pesadas mochilas con sus pertenecias y recipientes con agua, mientras caminaban por las calles de la capital.
La caravana, que era custodiada por agentes policiales, se desplazó hasta una terminal donde abordaron autobuses que los llevarían hasta la frontera con Guatemala.
Fuente: Excélsior