La defensa del «Chapo» Guzmán afirmó que el Cártel del Sinaloa sobornó al Presidente Peña Nieto y al ex Presidente Felipe Calderón para evitar su captura.
En la primera audiencia del juicio contra el capo sinaloense, Jeffrey Lichtman, uno de sus abogados, aseguró al jurado que el Cártel pagó millonarios sobornos al actual Presidente de México y a su antecesor.
«Lo diré de nuevo: el actual y el previo Presidente de México recibieron millones de dólares en sobornos», aseveró.
Lichtman acusó también que los gobiernos de México y Estados Unidos confabularon con Ismael «El Mayo» Zambada para incriminar a Guzmán como líder del Cártel.
Durante su alegato inicial ante el jurado, como parte del primer día de juicio contra «El Chapo» en la Corte Federal de Brooklyn, defendió que el sinaloense es un chivo expiatorio utilizado desde 1993 para cubrir al Cártel de los Arellano Félix y a Zambada.
El alegato afirma que en 1993, el Cardenal Juan Jesús Posadas fue asesinado en confabulación entre los Arellano Félix y el Gobierno mexicano porque tenía información sobre la corrupción gubernamental y su asesinato fue usado para incriminar a «El Chapo».
Lichtman describió a Guzmán como un hombre sin importancia dentro del negocio del tráfico de drogas, cuya imagen ha sido elevada a la de un mito para desviar la atención del «Mayo» Zambada quien, dijo, es el verdadero líder del cártel.
El abogado se refirió a Vicente Zambada «El Vicentillo» y a otros testigos de la Fiscalía como degenerados, criminales, violentos cuyo testimonio no debe ser tomado en cuenta.
Por su parte, la Fiscalía alegó que, desde que cumplió 15 años de edad, Guzmán se dedicó a la producción de marihuana y amapola.
El fiscal Adam Fels lo describió como un genio criminal que empezó desde una comunidad pobre de Sinaloa hasta volverse un líder mundial del tráfico de droga.
La Fiscalía busca probar que Guzmán lideró al Cártel de Sinaloa y, bajo su poder, corrompió gobiernos, traficó cientos de toneladas de drogas, comandó un ejército de sicarios y asesinó al menos a dos personas.
Aunque el juicio debía iniciar a las 9:30 horas, se retrasó hasta las 15:30 debido a que dos miembros del jurado pidieron ser excluidos, lo que obligó a seleccionar a dos personas nuevas para el jurado.
Al juicio acudió la esposa de Guzmán, Emma Coronel, quien cruzó un breve saludó con él cuando salió a la sala.
«El Chapo» vestía un traje azul y requirió una traductora para escuchar los alegatos.
Fuente: Reforma