Las protestas ciudadanas contra el aumento de los impuestos a los carburantes, conocidas como las de los chalecos amarillos, causaron a primera hora de la mañana de este sábado perturbaciones en la circulación en algunos puntos de Francia. 124.000 personas se han participado en unas 2.000 concentraciones, según en el balance realizado por el ministro de Interior, Christophe Castaner a mediodía. Una manifestante, de 50 años, murió tras ser arrollada en la localidad de Pont-de-Beauvoisin, en Saboya, al este del país, por una conductora presa de pánico, indicó Castaner. En varios incidentes graves en puntos de bloqueo resultaron heridas 47 personas, tres de ellas graves, informó Castaner, y se registraron 17 detenciones.
La conductora, que llevaba a su hija al médico, sintió pánico cuando, en uno de los múltiples puntos de la protesta, los manifestantes empezaron a golpear su coche. Siguió avanzando y atropelló a la mujer, según el ministro. La conductora fue detenida.
Los chalecos amarillos, un movimiento al margen de partidos y sindicatos creado espontáneamente en las redes sociales y nutrido del descontento de la clase media-baja, ralentizaron el tráfico en la zona oeste del periférico de París y en al menos tres zonas del norte del país.
Según informó el Gobierno, las primeras perturbaciones se produjeron en la autopista A84 y la nacional 175, entre Villedieu-les-Poëles y Avranches; en la nacional 13, en Cherburgo; y en la nacional 814 en Caen.
En el periférico que rodea París, un gran contingente policial conversó a primera hora con pequeños grupos de «chalecos amarillos» para evitar un bloqueo total.
Muchas de las manifestaciones no han sido comunicadas a sus respectivas Prefecturas (delegaciones del Gobierno).
El movimiento, que ha ampliado su radio de demandas a la carga tributaria en general, supone un nuevo órdago para el Ejecutivo de Emmanuel Macron, que decidió aumentar los impuestos de los carburantes para promover la transición energética.
El Gobierno decretó un alza de los impuestos a los carburantes de 7,6 céntimos por litro para el diésel y de 3,9 céntimos para la gasolina. A partir de enero se aplicarán además tasas suplementarias de 6 y 3 céntimos, respectivamente.
Los chalecos amarillos, nombre alusivo a la prenda fluorescente que es obligatorio llevar dentro de los vehículos, tienen un masivo apoyo de la población francesa, del 74 %, según una encuesta publicada este viernes.
Fuente: Euronews