Ana Paula Ordorica
Ricardo Monreal es líder de Morena en el Senado por una deuda con Andrés Manuel López Obrador. Monreal no solo quería ser el candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, sentía que esa candidatura le pertenecía. ¡La había buscado desde el 2009! Cuando AMLO decide dársela a Claudia Sheinbaum para las elecciones del 1º de julio pasado, Monreal amenaza con abandonar el barco de Morena. AMLO lo convence de no hacerlo y le da a cambio la coordinación de la bancada en el Senado.
Ahora su senador le ha pagado el premio político con el anuncio de querer quitar las comisiones a los bancos. La tormenta política y económica no se hizo esperar. ¿Monreal se fue por la libre? Esa ha sido la gran interrogante. Si simplificamos los efectos del anuncio del senador morenista, irse por la libre parece la explicación más plausible ya que lo contrario significaría que AMLO de plano no ve venir los efectos de los actos de su futuro gobierno.
Basta tomar en cuenta que el gobierno mexicano debe los mismos dólares en deuda externa, pero muchos más pesos por la devaluación generada por el anuncio de Monreal. 521 mil millones de pesos adicionales, al tipo de cambio del lunes. Y esto tendrá repercusiones en la elaboración del presupuesto 2019 y el dinero que se quiera destinar para los múltiples planes de la Cuarta Transformación de AMLO.
Carlos Urzúa debe estar encantado con el senador Monreal.
Ese político ex PRIísta; ex PRDista, ex PTista y ex integrante de Movimiento Ciudadano que hasta hace poco brilló por su desempeño (es un decir) como delegado en Cuahutémoc, en donde, las obras de la Zona Rosa generaron la quiebra de varios comercios por la lentitud y el desórden en la que se llevaron a cabo. Además y por sus pistolas, quiso cancelar el rodaje de la película de Alfonso Cuarón, Roma, que acaba de ganar varios premios en el Festival de Cine de Venecia, argumentando que el rodaje no tenía los permisos que luego resultó sí tener. Durante el conflicto con el cineasta, funcionarios de la delegación robaron equipo a la producción, por cierto.
En sus tres años como delegado se peleó con Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad cuando dieron a conocer los 24 contratos que una hija de Monreal obtuvo por trabajos en la delegación por un monto de 270 millones de pesos.
Del PRD Monreal salió expulsado cuando se le grabó en actos proselitistas apoyando a candidatos del partido Convergencia en Guerrero. De ahí, él y su hermano David, se afiliaron al PT. Ricardo llegó bajo las siglas de ese partido al Senado y David a la alcaldía de Fresnillo.
Actualmente está en campaña en contra del Poder Judicial, buscando se apruebe una iniciativa para que jueces y magistrados tengan periodos limitados en su encargo para así luchar, dice Monreal, contra el nepotismo y los cotos de poder.
Esos cotos de poder que él claramente ha defendido y con mucho éxito, como acaba de suceder con la coordinación de la fracción de Morena en el Congreso de la CDMX, en donde José Luis Rodríguez fue electo a puerta cerrada, venciendo al candidato de Claudia Sheinbaum, Ricardo Ruiz.
Ese es Monreal, el terrible. El que escucha la retórica de AMLO en contra de los ricos y se anima a declarar que se van a acabar las comisiones para los usureros de los banqueros así, en un vaivén.
Apostilla: Cuando Andrés Manuel López Obrador anunció que el resultado de la consulta ciudadana sobre el NAIM fue a favor de desechar Texcoco, Citibanamex declaró que el gobierno entrante estaba cometiendo el error de octubre.
La verdad es que AMLO y su equipo han cometido una cadena de errores con patrones similares: incongruencia entre lo que dicen y lo que hacen; desdén por la ley; reto a las instituciones, ya sea financieras o de la democracia; falta de coordinación entre los involucrados y ausencia de una estrategia que explique o justifique las acciones. Preocupante.
www.anapaulaordorica.com @AnaPOrdorica
1 comentario
Tanto ruido por algo que un ciudadano con 2 dedos de frente vio venir desde hace un siglo: la nula preparación de un hombre disruptivo. A mí me bastó ver su desempeño en los debates para imaginarlo como presidente. Pero más que nada, ver su «equipo» de campaña; Monreal entre otros tan poco recomendables como Taibo y un chorro de etcéteras. Esto es apenas el comienzo del despeñadero que empezará tan pronto se vaya Peña. Y eso que el despeñadero de Peña estableció récords de desaciertos.