El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy que su gobierno estudiala posibilidad de imponer aranceles a los automóviles importados, para evitar que otras empresas repitan la decisión de General Motors (GM) de cerrar plantas en el país.
Señaló que la razón por la cual el negocio automotriz de camiones pequeños es de tal magnitud en Estados Unidos se debe a que por muchos años se han impuesto aranceles de 25 por ciento a ese tipo de vehículos que entran en Estados Unidos.
”Se llama ‘impuesto de pollos’ (chicken tax). Si hiciéramos eso con los automóviles que se importan, mucho más carros serían construidos aquí y GM no estaría cerrando sus plantas en Ohio, Michigan y Maryland. Pónganse listos en el Congreso”, escribió en su cuenta de Twitter.
A petición de la Casa Blanca, el Departamento de Comercio puso en marcha, desde septiembre pasado, una investigación bajo la Sección 232 de la Ley Comercial de Estados Unidos para determinar si las importaciones de vehículos representan una amenaza a la seguridad nacional del país.
Se trató del mismo argumento usado por Trump para la imposición de los aranceles al acero y aluminio contra la Unión Europea, México, Canadá y otros países.
En otro mensaje de Twitter, Trump renovó su argumento de que otros países se han aprovechado de Estados Unidos durante décadas.
GM anunció el lunes la reducción del 15 por ciento de su mano de obra asalariada, incluido el 25 por ciento de sus ejecutivos, así como el cierre de cinco plantas en Norteamérica, en una reestructuración mayor de la empresa automotriz.
En respuesta, Trump amenazó el martes con recortar los subsidios federales a General Motors y deploró que la empresa haya decidido cerrar plantas en Estados Unidos y no en México o China.
”Muy decepcionado con General Motors y con su presidenta Mary Barra por cerrar plantas en Ohio, Michigan y Maryland. Ningún cierre en México o China”, escribió Trump el martes en su cuenta de Twitter.
Las tres plantas de GM afectadas son una en Lordstown, Ohio, otra en Detroit-Hamtramck en Michigan y otra en Oshawa, en la provincia de Ontario, en Canadá. Además, una planta de autopartes, en White Marsh, Maryland, y otra de transmisiones en Warren, Michigan.
El plan de GM es que cierren sus puertas a finales de 2019, en coincidencia con la realización de negociaciones contractuales con el Sindicato de Trabajadores Automotrices (UAW).
La automotriz anunció que planeas cerrar las operaciones de dos plantas adicionales fuera de Norteamérica para finales de 2019.
Fuente: Excélsior