Gracias por asomarse a la Ventana…
Lo dice la Constitución: La nación mexicana es única e indivisible. Queda prohibida toda discriminación que menoscabe derechos y libertades… Todos somos iguales… Sí… y quien, en un proceso justo, legal y legítimo, nos gobierne no tiene derecho a impedirlo…
Las elecciones federales nos dieron una conformación política desusada…. Hacía mucho no conocíamos una fuerza casi absoluta, con el control de casi todos los poderes…
Pero el poder político, no puede ni debe ser abusivo, y mucho menos obligar a la uniformidad nacional, ni polarizar con medias verdades que incitan al linchamiento de quienes piensen distinto. Eso fue cotidiano en tiempos revueltos de campaña; ahora embarra la imagen del nuevo Jefe de Estado…
Cuando el presidente electo ataca a sus críticos, factura venganzas y rencores; pone en riesgo la estabilidad del país. Por ejemplo, cuando ataca a los medios insumisos, con peyorativos clasistas, al llamarles prensa “fifí”, lo mismo cuando habla de empresarios abusivos como minoría rapaz o cuando inocula el virus de sus rencores a los millones de seguidores de su dogma mesiánico…
Patético es atropellar el respeto a la igualdad, a la disidencia y la convivencia con los distintos, que no por eso dejan de ser mexicanos, con los mismos derechos y obligaciones de quienes le otorgaron el privilegio de mandar…
El próximo presidente de México debe ser líder de todo México… No sólo de “su” México… Dividirnos es muy peligroso…