El narcotraficante Jesús ‘El Rey’ Zambada García aseguró hoy que pagó sobornos a distintas autoridades mexicanas en nombre del Cartel de Sinaloa y, personalmente, de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Zambada continuó respondiendo por segundo día a las preguntas de la Fiscalía en el juicio que se celebra en contra de Guzmán Loera en Nueva York, y detalló cómo se encargaba de los sobornos durante su época como responsable del Cartel en Ciudad de México.
En el caso concreto de ‘El Chapo’, aseguró que hizo pagos en su nombre a autoridades militares, a quienes habría entregado 100 mil dólares en 2004, antes de llevar a cabo una operación de narcotráfico en el estado de Guerrero.
Además, Zambada García aseguró que durante su tiempo en el Cartel pagó sobornos a numerosas autoridades, entre ellos al comandante de la Procuraduría General de la República, al de la Policía Federal de Caminos, al de la Policía Judicial del Distrito y al de la Policía del Distrito, e incluso a la Interpol.
En Ciudad de México, plaza de la que se ocupaba, se pagaban aproximadamente un total de 300 mil dólares mensuales en sobornos, afirmó Zambada.
A cambio, explicó, el Cartel recibía protección de las autoridades y lograba que se paralizaran investigaciones sobre asesinatos cometidos por sus miembros.
Zambada García detalló cómo los distintos capos del Cartel se repartían territorio en México y cómo se pasaban las drogas a Estados Unidos, utilizando automóviles, camiones y túneles.
En la mayor parte de esas operaciones, el narcotraficante involucró directamente a ‘El Chapo’, insistiendo en que era el «socio» de su hermano, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, considerado el actual líder del Cartel, a quien la defensa de Guzmán busca señalar como el verdadero cabecilla de toda la operación.
Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, acusado por el Gobierno de Estados Unidos de narcotráfico y de mantener una empresa criminal durante dos décadas como jefe del Cartel de Sinaloa, se enfrenta desde pasado día 5 a una eventual cadena perpetua, en un proceso judicial que se celebra en la corte federal de Brooklyn entre fuertes medidas de seguridad.
Fuente: Excélsior