¿Y ahora qué pasará con el NAIM y los terrenos?

Publicado por
Aletia Molina

El domingo se dio a conocer el resultado de la consulta pública sobre el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), en donde la opción ganadora fue la de cancelar la obra de una nueva terminal en Texcoco, crear dos pistas en la base militar de Santa Lucía y reacondicionar los aeropuertos actuales en la Ciudad de México así como el de Toluca.

Este lunes el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador confirmó que cancelará el NAIM y seguirá con su plan de Santa Lucía.

Tras el anuncio, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México informó que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco lleva un avance de 32 por ciento y un financiamiento del 69 por ciento en los cuatro años desde su inicio de construcción. La primera fase de la obra estaría lista para 2024, con un retraso de cuatro años con respecto a la primera fecha anunciada.

Organismos como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y Citibanamex estiman que el costo de cancelar la construcción de la terminal aérea en Texcoco va entre 100 mil y 150 mil millones de pesos.

La cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto será de entre 100 y 150 mil millones de pesos, pero la mayor afectación será en la confianza y la certidumbre, explicó este lunes el líder del CCE, Juan Pablo Castañón.

Federico Patiño, director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, informó este lunes que la construcción del NAIM en Texcoco continuará hasta el 30 de noviembre y después se tendrá que rehabilitar la zona, pero eso no corre a cargo del grupo.

“Hasta el 30 de noviembre, nosotros estaremos siendo responsables hasta esa fecha y cumpliremos todas nuestras obligaciones hasta que termine esta administración, salvo que exista una petición del gobierno electo”, dijo Patiño en conferencia de prensa.

De acuerdo con datos dados a conocer este lunes por el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, el presupuesto actual para Texcoco es de 285 mil millones de pesos, y ya se ha obtenido a través de recursos públicos y de financiamiento privado 197 mil millones (línea de crédito, bonos y una oferta pública inicial de acciones de Fibra E), de los cuales ya se han invertido 60 mil millones – con el 20 por ciento de avance-. Además de gastos no recuperables por poco menos de 40 mil millones.

Jiménez Espriú dijo en conferencia de prensa que dialogarán con las autoridades actuales, contratistas y otros principales participantes del proyecto para determinar el mejor rumbo de acción para la suspensión ordenada de los trabajos.

“Respetaremos los derechos de todos, de forma particular los derechos de los inversionistas y tenedores de bonos que han financiado al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México. De igual forma se revisarán los compromisos con los tenedores de los certificados de Fibra E”.

Agregó que el financiamiento obtenido para el aeropuerto de Texcoco seguirá garantizado por los ingresos de la TUA del AICM (impuestos que pagan los viajeros) y cubrirán los compromisos adquiridos y los gastos no recuperables de los contratistas con apego a derecho.

El futuro secretario señaló que se trabajará con las autoridades federales, de la Ciudad de México y del Estado de México para atender las necesidades de la zona donde se construye el aeropuerto y de ser necesario restaurar el lugar.

Agregó que se instalarán mesas de análisis con expertos de diversos temas y organizaciones ciudadanas para establecer las acciones necesarias para definir el destino del polígono de Texcoco, así como los costos y trabajos para su restauración ecológica. Los resultados los dará a conocer el próximo primero de diciembre, prometió.

A pesar de haberse promocionado como uno de los aeródromos más sustentables del planeta, su impacto ambiental ha sido denunciado por varias organizaciones.

Por otra parte, la iniciativa privada señaló que esperan las recomendaciones de un grupo de abogados, quienes analizan las repercusiones legales y comerciales nacionales e internacionales.

En tanto, Juan Pablo Castañón comunicó que seguirán haciendo su trabajo e invirtiendo. “No se trata de una ruptura, se trata de que manifestamos nuestro desacuerdo”.

Respecto a las Afore, la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) explicó en un comunicado que la cancelación del aeropuerto en Texcoco no afecta a las inversiones que realizaron éstas en el proyecto, ya que estas representan menos de un 0.4 por ciento del ahorro administrado por las administradoras de fondos para el retiro, además de que dichos recursos están respaldados por el flujo de pasajeros del actual aeropuerto.

Fuente: Reuters y Bloomberg

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Aletia Molina