En la recta final de la presente administración federal, las empresas estatales del sector energético tiñen su balance de números rojos.
Si se suman los montos que registran en los primeros nueve meses del año, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad reportaron una pérdida conjunta equivalente a 3 mil 237 millones de dólares.
En el caso de Pemex, la pérdida en el periodo enero-septiembre fue de mil 227 millones de dólares y en la CFE de 2 mil 10 millones de dólares.
Según su reporte entregado ayer a Bolsa, el desempeño negativo de ambas empresas se debió a mayores costos financieros y al menor rendimiento en instrumentos financieros para la petrolera.
En la compañía eléctrica jugaron en contra las menores ventas de energía y las alzas en los precios de los combustibles utilizados para su generación.
En contraste, sólo para el periodo julio-septiembre, ambas empresas obtuvieron resultados positivos, con utilidades de mil 424 millones de dólares, en el caso de Pemex, y de 109 millones de dólares para la CFE.
Ayer, la petrolera reconoció que no podrá cumplir con su meta de producción de un millón 970 mil barriles diarios al cierre del año.
«Estamos estimando mantenernos en alrededor de un millón 830 mil barriles por día, gracias a los campos que estarán empezando a producir el próximo año», dijo Ulises Hernández, director de Recursos, Reservas y Asociaciones de Exploración y Producción, durante una conferencia con inversionistas.
David Ruelas, director de Finanzas de Pemex, se refirió al cambio de perspectiva de estable a negativo de la calificadora Fitch y explicó a inversionistas que se debió a la incertidumbre en la estrategia futura de negocios de la empresa.
Sobre el caso de la CFE, su próximo director, Manuel Bartlett, consideró que la situación de la empresa es preocupante por su alto nivel de endeudamiento.
Para revertir la problemática de la empresa, dijo, se emprenderá un amplio programa de mantenimiento de las plantas para que generen más energía.