El vicepresidente de EU, Mike Pence, respaldó la propuesta del presidente Donald Trump de acabar con las leyes que conceden la ciudadanía a los nacidos en el país y alegó que es un asunto sobre el que nunca se ha manifestado el Tribunal Supremo.
«En primer lugar hemos de reconocer que tenemos una crisis en la frontera sur (…) Y la ciudadanía por nacimiento es parte de ello», consideró Pence durante una conferencia organizada por el diario Político en Washington.
El vicepresidente aseguró que la actual legislación migratoria no funciona, por lo que, a su juicio, es necesario cambiar las leyes, ya que en la actualidad «los vacíos legales» existentes ejercen de «imán» para quienes quieren entrar ilegalmente en el país.
La decimocuarta enmienda de la Constitución estadounidense establece que «todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen», por lo que algunos analistas han aseverado que el mandatario no podrá actuar por decreto y los demócratas lo han tachado de «inconstitucional».
«El Tribunal Supremo nunca se ha manifestado sobre si se refiere a gente que se encuentra en el país ilegalmente», declaró Pence,
El funcionario también se refirió a la decisión de la Casa Blanca de desplegar 5.200 militares en la frontera sur del país para ayudar al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en labores de control fronterizo.
Pence defendió la necesidad de este despliegue debido a la caravana de migrantes que en estos momentos recorre México en dirección al país.
«Esta caravana que viene desde el sur preocupa a millones de personas (…). Está organizada por grupos de izquierda de Honduras y financiado -al menos en parte- por Venezuela», aseguró el vicepresidente.
Preguntado sobre si este tipo de mensajes han podido servir para polarizar al pueblo estadounidense y motivar algunos actos de violencia recientes, como la matanza de once personas el pasado sábado en una sinagoga de Pittsburgh o el envío de bombas a figuras demócratas la semana pasada, Pence rechazó esta premisa.
«Tenemos que hacer responsable al autor de los hechos. Es importante no vincular los ataques terribles -como el de Pittsburgh o la amenaza por correo- con el debate público», concluyó.
Fuente: Crónica