Gracias por asomarse a la Ventana…
Nadie sabe si era la euforia de la fiesta victoriosa, pero de pronto, con varios brotes simultáneos, el futuro gobierno empieza a probar lo amargo de la crítica y el asalto de la duda…
El tiempo es inclemente con el poder por enorme que sea…
En un lapso breve, una boda de opulenta suntuosidad mancha la imagen del austero decoro republicano al cual hemos sido convocados; los foros para la pacificación se revientan; los maestros rebeldes sabotean con violencia el foro educativo en Acapulco, Guerrero; los sindicalistas de la secretaría de Cultura protestan porque quieren moverse a Tlaxcala…
Al mismo tiempo, la consulta ciudadana democrática para saber dónde van a aterrizar los aviones del futuro, se estrella, frente a la consigna de los pueblos originarios de Atenco que claman: sólo muertos nos sacarán de aquí… no al aeropuerto en Texcoco; no a la consulta…
Aún no ha comenzado la nueva cuenta sexenal, y ya la lija de las horas erosiona la imagen y le siembra dudas al futuro régimen empeñado en cumplir a rajatabla las promesas del candidato vencedor…
Quizá todo lo que comento valga como un ensayo… pero si el teatro se llegara a incendiar antes del estreno, las cosas irían de mal a peor…
Obviamente no es para tanto, pero los fuertes vientos y las nubes negras en el horizonte presagian tormenta…