La compañía canadiense Fortuna Silver Mines reconoció que las lluvias recientes causaron un desbordamiento de los residuos sólidos y líquidos de su subsidiaría la mina La Trinidad, ubicada en la comunidad de San José del Progreso, que contaminó en el río El Coyote, de Magdalena Ocotlán.
A través de un comunicado, fechado en Vancouver, la minera transnacional aceptó que el volumen de lluvias causó el derramamiento del estanque de emergencia, donde se acopian los residuos de la extracción de la mina, conocida como “presa de jales”.
El desbordamiento ocurrió durante aproximadamente dos horas y tuvo un registro de mil 500 metros cúbicos de agua, que transportaba sedimentos y pequeñas cantidades de relaves finos, desde el sistema de drenaje de la instalación hasta el río El Coyote.
Conviene recordar que los afectados expusieron que las lluvias registradas la semana pasada provocaron el desbordamiento en el embalse de retención de sólidos sueltos y líquidos de desecho de la explotación minera de la empresa Cuzcatlán, filial de la canadiense.
Los desechos tóxicos, propiedad de la empresa canadiense Fortuna Silver Mines, provocaron la contaminación al verter en el río El Coyote, del que dependen cientos de familias campesinas del municipio de Magdalena Ocotlán, a una hora al sur de la ciudad de Oaxaca.
Según la denuncia, el río desemboca en el paraje conocido como La Ciénega, donde se encuentra un retén de agua, que sirve para el pastoreo de animales, y los pozos que abastecen a la comunidad.
La empresa canadiense aseguró que está mitigando el riesgo de desbordamientos futuros al aumentar inmediatamente su capacidad de bombeo en el estanque de contingencia.
Aparte de esto, observó que los relaves de la mina La Trinidad están libres de metales pesados u otros contaminantes y se caracterizan por ser estériles, por el monitoreo y muestreo constante.
La compañía dijo que notificó el desbordamiento a funcionarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el día del incidente, y actualmente, trabaja con autoridades federales, estatales y locales, mientras se realizan inspecciones en sus instalaciones.
Fuente: Excélsior