El poderoso huracán Michael, el tercero más poderoso en afectar al territorio continental de Estados Unidos, avanzaba el jueves hacia el noreste del país, debilitado pero aún con potencial para descargar su lluvia en Georgia y las Carolinas tras devastar parte de Florida.
Un hombre murió cuando un árbol aplastó su casa en Florida y una niña pereció por la caída de escombros sobre una vivienda en Georgia, dijeron funcionarios y medios locales.
El huracán de Categoría 4 se convirtió en el más grande que golpea Florida en 80 años cuando tocó tierra el miércoles, pero su fortaleza se debilitó según avanzaba hacia Georgia. Temprano el jueves fue degradado a tormenta tropical.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, en su último reporte de las 12:00 GMT, situaba a Michael a unos 65 kilómetros al oeste-noroeste de Columbia, en Carolina del Sur, con vientos máximos sostenidos rebajados a 85 kilómetros por hora (kph).
El miércoles, el ojo de Michael ingresó a tierra firme cerca de Mexico Beach, un poblado a unos 32 Km al sureste de Panama City, cerca de las 17:00 GMT como un huracán de categoría 4 en el máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson y con vientos de 250 kilómetros por hora.
«El viento que llegó fue surrealista. Lo destruyó todo», afirmó a CNN Jason Gunderson, miembro de Cajun Navy, un grupo de rescatistas, desde Callaway, un barrio de Panama City. «Es increíble. Te parte el corazón».
Más de 700.000 casas y negocios estaban sin electricidad en Florida, Alabama y Georgia. Miles de personas se protegieron en refugios durante la noche tras huir de sus casas ante el rápido avance de la tormenta.
«Se espera que el huracán Michael sea la tormenta más destructiva que azota el ‘panhandle’ de Florida en un siglo», dijo el miércoles el gobernador Rick Scott. «A lo largo de nuestra costa, las comunidades verán una devastación inimaginable».
«El Centro Nacional de Huracanes (NHC) espera una marejada de entre 9 y 13 pies (2,7 a 3,6 metros)», añadió. «El agua llegará varias millas tierra adentro y podría fácilmente alcanzar los techos de las casas».
Al informar al presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el jefe de la agencia de emergencias FEMA, Brock Long, dijo que Michael es el huracán más intenso que azota el área desde 1851.
Cientos de miles de personas recibieron órdenes de evacuación obligatoria, pero el gobernador dijo el miércoles a los residentes que aquellos que no se fueron deben quedarse en sus casas porque ya es muy tarde para irse del lugar.
«El momento de evacuar las zonas costeras ya pasó. Refugiense y sean cuidadosos», añadió. «No salgan en medio de esto. No lo sobrevivirán, es mortal».
Miles de personas ya habían quedado sin servicio eléctrico a media jornada.
Fuente: El Comercio