El abridor zurdo David Price continuó con su mes de octubre de ensueño y surgió con otra joya de pitcheo que congeló a los bates de Los Dodgers de Los Angeles en el segundo partido de la Serie Mundial que los Medias Rojas de Boston ganaron por 4-2 y se pusieron con ventaja de 2-0 al mejor de siete.
El bateador designado cubano J.D. Martínez rompió el empate en la quinta entrada con dos «outs», mediante un sencillo de dos carreras y los Medias Rojas se colocaron a sólo dos triunfos más de conseguir el título del «Clásico de Otoño».
Price (1-0), quien hace poco parecía incapaz de responder en los playoffs, lanzó pelota de tres imparables en seis entradas, que le permitió tener la segunda victoria consecutiva en playoffs, después de 0-9 en 10 salidas, y ser la primera que lograba en una Serie Mundial.
El cerrador Craig Kimbrel cerró el duelo ante el delirió de los 38.644 espectadores que volvieron a llenar las gradas del Fenway Park, el estadio más antiguo de las Grandes Ligas.
El tercer juego está previsto para el viernes en Los Ángeles, en el Dodger Stadium, donde el equipo campeón de la Liga Nacional, buscará evitar una desventaja de 0-3, de la que ningún equipo se ha recuperado jamás en el Clásico de Otoño.
Los Medias Rojas han ganado 14 de sus últimos 16 duelos de la Serie Mundial, desde que barrió en cuatro compromisos a los Cardenales de San Luis en 2004.
Marca que ha llegado después de haber tenido que sufrir nada menos que la espera de 86 años sin conquistar una sola vez el Clásico de Otoño, en medio de la Maldición del Bambino, cuando el legendario Babe Ruth decidió dejar a los Medias Rojas para irse que los eternos rivales de los Yanquis de Nueva York.
Otro pelotero que pudo conjugar su maleficio de no ganar en los playoffs fue Price, quien tenía marca de 0-9 en sus primeras 10 aperturas de postemporada, y su equipo jamás había ganado un encuentro de playoffs abierto por él antes de este año.
Ahora, Boston ha ganado en los últimos tres inicios de Price, incluido el definitivo quinto encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana ante los Astros de Houston, campeones de la Serie Mundial anterior. En aquel encuentro, Price lanzó seis episodios en blanco y fue decisivo en la victoria de su equipo que acabó la serie con marca de 4-1.
«Esta es la etapa más grande en el béisbol», declaró Price después de su salida más larga en la postemporada desde que firmó un contrato de siete años y 217 millones de dólares con Boston en 2016. «Para poder hacer eso, se siente bien, seguro. Yo Estoy motivado por mí mismo, por todos mis compañeros y entrenadores para que podamos estar a dos victorias de distancia».
Durante otra noche gélida en el Fenway, Price controló al equipo que más carreras anotó en la Liga Nacional. No permitió un solo hit en tres entradas y retiró a sus últimos siete rivales.
Sólo pasó problemas en el cuarto episodio, cuando las bases se llenaron sin outs, por medio de dos sencillos y una base por bolas. Los Dodgers tomaron entonces una ventaja de 2-1, su primera en la serie.
Pero los Medias Rojas, que totalizaron 108 triunfos en la temporada regular, la mejor marca de todos los tiempos, reaccionaron una vez más. Y de nuevo lo hicieron con dos «outs» en la cuenta del lanzador.
En una estupenda racha de bateo oportuno que ha sido su sello durante toda la temporada, los Medias Rojas anotaron sus cuatro carreras del segundo juego con dos «outs», incluido el racimo de tres anotaciones en la decisiva quinta entrada, que sólo comenzó después de que el abridor surcoreano Hyun-Jin Ryu retiró al segunda base Ian Kinsler y al jardinero central Jackie Bradley Jr.
El receptor puertorriqueño Christian Vázquez, que anotó carrera, pegó un sencillo, el jardinero derecho Mookie Betts hizo lo propio y el guardabosques izquierdo Andrew Benintendi se fue a la cuenta llena antes de negociar un boleto gratis que dejó la casa repleta y que puso fin a la labor de Ryu (0-1), que cargó con la derrota.
El relevista Ryan Madson recibió la pelota de Ryu y dio una base por bolas al inicialista Steve Pearce para que el encuentro se empatara (2-2).
Martínez, quien impulsó 130 carreras en la campaña regular, pegó una línea por el jardín derecho que dejó la pelota delante del guardabosques cubano Yasiel Puig, de los Dodgers, para producir las dos carreras que colocaron la pizarra 4-2, y que sería el marcador definitivo.
Porque los tres relevistas derechos que utilizaron los Medias Rojas, a petición del manejador novato, el puertorriqueño Alex Cora, que volvió a ganarle la estrategia a Dave Roberts, de los Dodgers, congelaron a los bates del equipo angelino, al no ceder ni un solo imparable.
Fuente: Caracol.com