Andrés Manuel López Obradordescartó que la consulta del próximo 28 de octubre para definir el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México vaya a ser una simulación.
“Los mapaches de antes, porque eso ya no existe, están pensando que todo va a ser una simulación, pues no, se va a respetar la voluntad de los ciudadanos. No importa si está de por medio gente con intereses creados, aquí vamos a hacer lo que más le conviene al pueblo de México.
“Ya eso de la manipulación, del acarreo, y de la entrega de despensas, el frijol con gorgojo, ya eso pasó a la historia, ya todo eso quedó sepultado el pasado 1 de julio”, aseveró luego de reunirse con el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González.
El presidente electo también garantizó que en caso de que gane la opción de construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, se garantizará la inversión a los empresarios involucrados en el NAIM.
“No hay nada qué temer porque las inversiones que hay en bonos que están en el mercado o los contratos de las empresas que están trabajando en Texcoco, en el caso de que la gente decidiera por construir dos pistas en Santa Lucía, el gobierno de la República garantiza que esas inversiones y garantiza el cumplimiento de esos contratos.
“¿Qué se haría? Pues en vez de hacer la obra que está contratada en un sitio se va a hacer la misma obra, el mismo volumen de obra en otra parte, pero no va a haber ninguna arbitrariedad, se va a garantizar la inversión, se van a hacer efectivos los contratos”, abundó.
López Obrador también anunció que independientemente del resultado de la consulta, hablará con las aerolíneas para utilizar más el aeropuerto de Toluca, con capacidad para 8 millones de pasajeros, pero, dijo, a la fecha solo tiene 600 mil usuarios.
“Vamos a hablar con las líneas aéreas para proponerles que se utilice el aeropuerto de Toluca y que toda la ampliación de vuelos ya solo se pueda realizar si se va a utilizar el aeropuerto de Toluca… Yo estoy seguro que las líneas aéreas van a aceptar porque le están ayudando”.
Fuente: Milenio