El papa Francisco comparó el miércoles el aborto con «contratar a un sicario» para eliminar a una persona problemática, en dichos que seguramente avivarán el debate sobre la interrupción del embarazo que se ha intensificado en los últimos meses en muchos países de Latinoamérica e incluso en Estados Unidos.
El aborto es un tema candente en varias naciones de Latinoamérica de fuerte tradición católica, como Chile y Argentina, tierra natal del Papa.
En Estados Unidos, muchos conservadores esperan que la Corte Suprema anule la decisión histórica de 1973 que legalizó el aborto.
El Senado de Argentina rechazó meses atrás un proyecto de ley que buscaba legalizar el aborto y echó por tierra una iniciativa ya aprobada por los diputados, en medio de una amplia controversia que dividió por meses al país.
Francisco hizo los comentarios sobre el aborto, algunos de los más duros hasta la fecha, en un discurso dirigido a decenas de miles de personas reunidas en la Plaza San Pedro para su audiencia general semanal.
Denunció lo que llamó la contradicción de permitir «la supresión de la vida humana en el vientre de la madre para salvaguardar otros derechos».
Pero, ¿cómo un acto que suprime una vida inocente e indefensa que se está gestando puede ser terapéutico, civilizado o simplemente humano?», dijo Francisco.
Te pregunto: ¿Es correcto ‘extraer’ una vida humana para resolver un problema? ¿Qué piensas? ¿Es correcto? ¿Es correcto o no?», agregó.
Muchos en la multitud gritaron «No».
¿Es correcto contratar a un sicario para resolver un problema? No se puede, no es correcto matar a un ser humano, independientemente de lo pequeño que sea, para resolver un problema. Es como contratar a un sicario para resolver un problema», añadió el Papa en sus comentarios improvisados.
La Iglesia católica enseña que la vida comienza en el momento de la concepción y termina en el momento de la muerte natural. También prohíbe la eutanasia, pero dice que una familia o un paciente pueden decidir dejar de usar medios extraordinarios para mantener a las personas con vida.
Poco después de convertirse en Papa en marzo de 2013, Francisco pareció minimizar la importancia de temas como el aborto, la anticoncepción y el matrimonio gay, señalando que la postura de la Iglesia era muy clara y que era necesario hablar de cuestiones como la pobreza, la injusticia y la inmigración.
Fuente: Excélsior