El ‘no’ al nuevo aeropuerto de México vence en un polémico plebiscito

Publicado por
Aletia Molina

El ‘no’ a la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), una magna obra de 13.300 millones de dólares, ganó hoy en una consulta impulsada por el mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, y muy criticada por la falta de garantías y ciertos errores durante el proceso.

A las 22.00 hora local (03.00 GMT del lunes), el presidente de la Fundación Arturo Rosenblueth, Enrique Calderón, anunció que el 69,5 % de los votantes -unos 747.000- se decantaron por reacondicionar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y combinarlo con las operaciones del de Toluca y el de la base aérea de Santa Lucía, hoy militar.

Así, solo el 29 % del 1,07 millones de votantes optó por continuar con la construcción del nuevo aeropuerto de Texcoco y dejar de usar el actual, muy saturado.

Unos 2.720 votos fueron anulados, en tanto que las regiones con mayor participación ciudadana fueron el Estado de México, donde se ubicaba la nueva terminal, y la Ciudad de México, señaló Calderón, presidente del organismo encargado de computar los datos.

La construcción del NAIM, en el lago de Texcoco, era la obra estrella de la administración del actual mandatario, Enrique Peña Nieto, pero fue muy criticada por López Obrador, que llegó a pedir su cancelación y luego moderó el discurso, prometiendo una consulta.

El líder izquierdista ofrecerá este lunes un mensaje a medios para hablar del futuro del nuevo aeropuerto. Si bien ha dicho que el referendo es vinculante, resta por ver si mantiene la palabra y, por tanto, se cancela este proyecto multimillonario que suponía el principal legado en infraestructura de Peña Nieto.

«La decisión está en base de la consulta», apuntó hoy ante los medios Jesús Ramírez, el futuro vocero de la Presidencia de López Obrador cuando este asuma el cargo el 1 de diciembre.

Este 28 de octubre terminó la última de las cuatro jornadas de consulta ciudadana, en un plebiscito muy criticado por la falta de garantías, al no haber observadores independientes ni certeza en cuanto al recuento de los votos.

Además en la primera jornada, medios de comunicación demostraron que era posible votar varias veces, un error que los organizadores atribuyeron a fallas en el sistema digital de registro de voto.

«Agradecemos a quien estuvo presente que funcionara el sistema y ayudó a corregir pequeñas incidencias que se presentaron» y así dar más «certidumbre» a la consulta, agregó Ramírez.

A pie de urna, la consulta también ha estado rodeada de incertidumbre, tal y como constató Efe en varias visitas a las mesas de votación.

«A nivel general dudo que (el plebiscito) pueda ser legítimo. Es una forma de hacer creer que van a contar con nuestras decisiones en la nueva administración, pero no estoy muy segura de que sea legítima», contó hoy a Efe Edith Amaya, partidaria de continuar con la obra en Texcoco.

Si bien contrario a esta costosa obra, Enrique Marín también se mostró sorprendido porque no le marcaron el pulgar con tinta. Una acción que, según la encargada de la mesa en cuestión, era innecesaria porque el programa de registro de votos funcionaba perfectamente, explicó a Efe.

Minutos después de darse a conocer el ‘no’ al aeropuerto de Texcoco trascendieron las primeras reacciones.

«El resultado es producto de un proceso que carece de legitimidad legal y validez estadística», destacó el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavop de Hoyos, en rueda de prensa.

Para De Hoyos, esta consulta no es «legalmente vinculante» y por ello la responsabilidad de cancelar este proyecto recae en quien convocó la consulta en México, un país de más de 120 millones de personas.

Finalmente, consideró que paralizar esta obra -que lleva entre el 20 % y el 30 % de avance y gran cantidad de licitaciones- supondría un «paso al abismo», mientras que continuar con el proceso «abona a la confianza y a la certidumbre».

En sentido parecido se expresó por Twitter Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE): «Reconocemos a los ciudadanos que expresaron su opinión. Sin embargo, reiteramos nuestra posición de que esta consulta, tal como fue organizada, no debe ser vinculante y no ofreció garantías de imparcialidad, certeza y objetividad».

Anticipándose a estas críticas por parte del empresariado, Ramírez aseguró que «se garantizarán los derechos y contratos establecidos» en la obra actual.

«Se cumplirá con la palabra y no se va a afectar ningún interés económico», subrayó.

Fuente: hoylosangeles.com

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Aletia Molina